El duodécimo puesto conseguido por el Club Nación Las Anclas de Castrillón en la clasificación final masculina por equipos del Campeonato de España infantil de natación, celebrado el pasado fin de semana en Palma de Mallorca, es el corolario a una planificación como entidad deportiva estructurada en torno a dos objetivos básicos: formar en lo humano y motivar en lo deportivo.

Más allá del análisis técnico de los resultados deportivos que no me corresponde a mí realizar, por desconocimiento y por autoimposición, dada la forma en que entiendo la labor directiva, lo cierto es que para el CN Las Anclas que diez nadadores de nuestro club, seis chicos y cuatro chicas, participasen en un Campeonato de España ya era todo un éxito. Más aun cuando era la mayor representación de un club asturiano en el campeonato. Ver acompañada esa participación con la consecución de una medalla de oro, con haber estado a milésimas de conseguir más medallas, con lograr varias mejores marcas personales y con la conquista de ese duodécimo puesto final entre más de 175 equipos es la constatación de que estamos en el camino correcto. La alegría y la satisfacción personales de cada deportista y de sus familiares por los éxitos conseguidos son el mejor refrendo para que todos sus compañeros, empezando por los más pequeños, tengan la motivación de sacar todo el potencial que llevan dentro, del que muchas veces son desconocedores, para no perder el presente y conquistar el futuro.

Tengo el convencimiento de que este éxito lo es también del conjunto de la natación asturiana. Dada la coyuntura que atraviesa su estructura de representación federada, creo sinceramente que es un éxito que una treintena de nadadores y nadadoras de nuestra región haya participado en este campeonato representando a un total de siete clubes del Principado. Además, por haberlo hecho en la categoría infantil, lo que indica que los mimbres están ahí y que el futuro deportivo de la natación en Asturias está garantizado.

Si somos capaces de orientar nuestros objetivos hacia los deportistas, los clubes de natación asturianos tenemos por delante la obligación de proporcionar la estructura adecuada para que ese futuro sea una realidad y no una ilusión. El camino es difícil, por eso se hace necesario recorrerlo juntos.