Francisco L. JIMÉNEZ

El centro cultural Niemeyer es, bajo el punto de vista del presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés y destacado miembro del partido de Álvarez Cascos en la ciudad, Raimundo Abando, la pieza clave de un entramado político y urbanístico tejido durante años por el PSOE «para perpetuarse en el control del centro cultural». Por la parte que mejor conoce, la del Puerto, Abando ha averiguado por ejemplo que el organismo que ahora preside -un ente dependiente del Ministerio de Fomento- «regaló» al Principado la parcela de 28.600 metros cuadrados donde se construyó el Niemeyer, una finca tasada en el momento de su entrega gratuita en 2.593.396 euros y que además, por su localización, tiene asociados derechos urbanísticos vinculados a la Isla de la Innovación. Anteriormente, el Puerto ya había cedido la titularidad del subsuelo de esos terrenos, en ese caso a la sociedad estatal Infoinvest y con el fin de que construyese el parking del Niemeyer.

Esta «insólita gestión de los recursos públicos», según palabras de Raimundo Abando, así como la constelación de cargos vinculados al PSOE que con el tiempo acabó gravitando alrededor del centro cultural y su pretendida prolongación urbanística -la Isla de la Innovación- llevan al presidente del Puerto a desconfiar de cada uno de los pasos que dieron en su día las administraciones socialistas para hacer posible construir el Niemeyer y ponerlo en marcha a la vez que se perfilaba en los despachos la llamada «nueva centralidad de Avilés». Por eso ha iniciado una investigación con la que espera aclarar hasta qué punto el Puerto obró conforme a la ley; si llegara el caso, Abando anuncia que no dudará en pedir la reversión de los terrenos portuarios «regalados» y luego utilizados para construir el Niemeyer.

Las pesquisas de Abando, que van en paralelo a las de las consejerías de Infraestructuras, Cultura y Hacienda, le llevaron a revisar las operaciones inmobiliarias realizadas por el Puerto entre 2005 y 2011 y así comprobó que el 27 de septiembre de 2005, el entonces presidente, Manuel Ponga (ex delegado del gobierno en Asturias y ex alcalde socialista de Avilés), compró a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (representada en la operación por el ex concejal de Urbanismo de Avilés carlos García Robles) una parcela de 66.207 metros cuadrados por la que el Puerto pagó 1.492.305 euros. Uno de los usos previstos para ese suelo, ubicado detrás de los muelles de San Agustín, era el «cultural».

En abril de 2007, Manuel Ponga y la Consejería de Cultura suscribieron un convenio en virtud del cual el Puerto de Avilés autorizaba la ocupación de «aproximadamente 28.000 metros cuadrados» de la parcela de marras por un tiempo de 35 años y con un fin claro: construir el Niemeyer. Ese convenio especificaba que «la ocupación no supone en ningún caso la cesión del dominio público portuario».