La llegada de las vacas flacas ha hecho aflorar las delgadas líneas con las que estaban cosidas las diversas mancomunidades y entes en las que están implicados los concejos de la comarca. Las relaciones se están comenzando a debilitar; ahí está la Mancomunidad «Comarca Avilés», que vive sus horas más bajas; la mancomunidad del Cabo Peñas, donde Gozón y Carreño no descartan la disolución, y el consorcio Costa Norte, que da sus último coletazos.

Y es que cuando la crisis aún no había azotado las arcas municipales, los políticos no tenían inconveniente en poner en marcha aventuras que perseguían, en el caso de Avilés, poner en el mapa turístico una comarca que padecía los estragos de la industria. Avilés, Castrillón, Corvera e Illas decidieron en 2004 unirse y realizar obras y jornadas que potenciaran las bondades de los concejos implicados. Y fue todo bien hasta el pasado año. Ya en 2011 los ayuntamientos, excepto Avilés, apuraron hasta el límite el plazo para sufragar su parte del pastel, que cada vez era más pequeño porque el Principado y el Estado habían dejado de subvencionar lo realizado desde la mancomunidad. Y en 2012 pintan bastos. Para Corvera, Castrillón e Illas el turismo ha dejado de ser una prioridad, o por lo menos como está planteado desde el ente, y están poniendo reparos para destinar la misma cantidad que hasta ahora: quieren reducirla lo máximo posible y dedicar ese montante a programas más necesarios para sus vecinos.

Para Avilés, en cambio, la promoción de la ciudad es uno de sus pilares básicos. Y por ello no dudará en ser la única administración local que esté en la futura sociedad mixta de turismo, en la que está previsto que participen la Cámara de Comercio de Avilés, la Unión de Comerciantes de Avilés y comarca (UCAYC) y la FADE.

«Estamos analizando esa posibilidad a la vista de que el resto de concejos no tienen interés. No tendríamos inconveniente en sostener económicamente el proyecto para que salga adelante», explicó ayer Ana Concejo, presidenta de la mancomunidad y concejala de Hacienda y Promoción de Ciudad del Ayuntamiento de Avilés. El interés está justificado en que a través de esa sociedad está previsto poner en marcha en la ciudad el Centro Comercial Abierto. Por el momento, el gobierno municipal aún no ha traslado esa posibilidad a los socios privados.

No obstante, para Concejo lo prioritario estos días no es el futuro de esa sociedad mixta sino la elaboración del presupuesto de la mancomunidad para este año. «El problema está en encontrar la cuota que garantice la continuación de los programas y que los ayuntamientos puedan asumir ese coste en el año en curso. No tenemos dinero de otras administraciones, por lo que ahora está todo mucho más ajustado», argumentó la presidenta de la mancomunidad.

Y mientras tanto, saltan voces discordantes, como la de Foro Corvera, que pide al alcalde José Luis Vega que explique porqué ha retirado la partida económica destinada al pago de la anualidad de la mancomunidad. «Deja claro que no apuesta por el turismo», afirma Teresa Domínguez, concejala forista. Vega señaló el pasado lunes que su prioridad son sus vecinos y los servicios a la industria: «Nadie me demanda más promoción turística y por eso tengo que priorizar», aseguró el Alcalde de Corvera.

Ahora, además, el PP de Castrillón salta a la palestra reclamando el «ayuntamiento único» a la vista de que tanto su alcaldesa, Ángela Vallina, como Alberto Tirador (Illas) y el propio Vega demandan abrir el debate sobre la posibilidad de que el ente supramunicipal asuma otras competencias, y no sólo turismo y medio ambiente. Así, los populares castrillonenses afirman que, a la vista de que la crisis económica está afectando sobremanera a las mancomunidades y consorcios relacionados con los concejos de la comarca, lo mejor sería promover una administración única ya que así se ahorrarían costes. La petición popular parece ir en la línea del partido UPyD a nivel regional, que pide la fusión de municipios, aunque sin especificar cuáles serían los afectados.

El caso de Castrillón y Gozón es peculiar ya que están adscritos a entes que viven días complicados. El primero participa tanto en la Mancomunidad Comarca Avilés como en el consorcio Costa Norte, donde también están los gozoniegos. Ese último organismo se constituyó hace más de una década con el fin de realizar obras en el litoral tanto de Castrillón y Gozón como de Soto del Barco, Muros de Nalón y Carreño. Con toda probabilidad, se disolverá en próximas semanas. Su declive comenzó con la crisis y la retirada de las subvenciones por parte del Principado, el Estado y la Unión Europea. Ahora, apenas cuenta con remanente para mantener los salarios de los cuatro trabajadores. «Si no podemos desarrollar más proyectos lo único sensato es devolverla», afirmó ayer Ángela Vallina, alcaldesa de Castrillón.

Otro de los «líos» en los que está envuelto Gozón se llama Mancomunidad del Cabo Peñas. Los problemas económicos que afronta el ayuntamiento gozoniego ha obligado a sus dirigentes a tener que recortar su aportación a este ente, en el que también está Carreño. El gobierno de Gozón ha advertido que la mitad del montante que aportará este año a la mancomunidad -440.000 euros- se destinará a sufragar la deuda del año 2011. La previsión es que en 2013 sólo destine 220.000 euros a ese organismo, cuando Carreño sí quiere seguir aportando la cuantía completa. Los carreñense temen que la intención de Gozón sea disolver la mancomunidad que nació, sobre todo, para gestionar la piscina climatizada de Antromero y que luego fue adquiriendo mayores competencias. Las próximas reuniones serán clave.