A. P. G.

Veinte años se cumplieron ayer de la entrega por parte de Rotary International de la carta constitutivo del Club Rotario de Avilés, un cumpleaños que los socios celebraron por todo lo alto con un concierto y una cena de hermandad con reconocimiento incluido. Los rotarios avilesinos son ya veinteañeros.

La celebración de ayer sirvió de encuentro a todos los que de alguna u otra manera han formado parte de esta reconocida asociación en estas últimas dos décadas. No faltó el recuerdo su primer presidente, Vicente Menéndez Prendes «Santarúa», el pintor y escultor avilesino nacido en Candás que diseñó el Banderín del club, en el que no faltan el escudo de la villa, la Rueda Dentada (símbolo de Rotary) y la paloma de la paz.

Los actos conmemorativos incluyeron un concierto de órgano en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery, a cargo del director del Conservatorio Julián Orbón, José María Martínez. Precisamente Martínez y los rotarios fueron los ideólogos de la construcción del órgano de la iglesia de Sabugo, la iniciativa más importante impulsada por el Club Rotario de Avilés, según reconoce su presidente, Manuel Francisco Álvarez García. José María Martínez interpretó obras de Bach, Dubois, Bovet y Montes, un concierto que sirvió de aperitivo a la noche festiva. Y es que tras la sesión musical, el Palacio de Ferrera, sede oficial del Club, acogió una cena de hermandad conmemorativa del aniversario. El banquete sirvió de marco a la imposición de la insignia rotaria a los socios Cándido González Vázquez, Francisco Javier García Rodríguez y Gonzalo Llorente de Blas por su vinculación al Club durante estos veinte años.