Francisco L. JIMÉNEZ

La dirección nacional del PSOE, con sede en la madrileña calle de Ferraz, confirmó ayer a preguntas de este diario lo que lleva días rondando en círculos socialistas avilesinos y asturianos: los estatutos del partido, conforme a la redacción del último congreso federal de Sevilla, establecen una limitación al tiempo que una persona puede ocupar un cargo orgánico. En concreto, ese límite consta en la disposición adicional quinta de los estatutos socialistas, es de doce años y sólo caben dos excepciones a su obligado cumplimiento: que el afectado ejerza la Presidencia del Gobierno de España o la Presidencia del Gobierno de una comunidad autónoma.

La aplicación de la susodicha cláusula de limitación de mandatos en la agrupación socialista de Avilés significaría la automática exclusión de Álvaro Álvarez de la carrera por la reelección toda vez que el veterano político lleva ocupando el cargo desde 1990, veintidós años ininterrumpidos. No obstante, como ayer se informó en estas mismas páginas, existen otras incertidumbres en el horizonte inmediato que podrían condicionar el devenir político de Álvarez. Una de las más relevantes es el futuro de Javier Fernández, secretario general de la Federación Socialista Asturiana y antiguo antagonista de Álvaro Álvarez en la pugna por el control del PSOE en Asturias. Javier Fernández dirige la FSA desde el año 2000; es decir, está tan afectado por la cláusula limitadora de mandatos como Álvaro Álvarez, pero el primero tiene una ventaja: en caso de ser investido presidente del Principado nada le impediría optar a seguir siendo el secretario general del PSOE asturiano.

El calendario de la renovación de la ejecutiva socialista avilesina tiene, por tanto, como primera fecha señalada en rojo la sesión de investidura de la que debe salir el futuro presidente del Principado. Un hipotético Gobierno presidido por Javier Fernández, según una opinión muy extendida entre los socialistas avilesinos, allanaría el camino para el relevo de Álvaro Álvarez al frente de la agrupación local. Primero, porque sería factible que su futuro político quedase resuelto ligándolo a la presidencia del puerto de Avilés (un cargo para el que lleva sonando repetidamente) y segundo porque con el líder regional blindado nada impediría entonces la invocación del límite de mandatos para cerrar el paso a un hipotético intento de reelección de Álvarez.

Muy diferente sería si Javier Fernández no logra la Presidencia. En ese caso llegaría al congreso regional -si es que decidiese optar a otro mandato- expuesto a la cláusula anteriormente citada. Algo se da por seguro en el seno del PSOE avilesino: si la limitación de mandatos sale a colación en el congreso regional, no habría excepciones a su aplicación en los posteriores congresos locales. Otra cosa es que el socialismo asturiano haga la vista gorda y mire para otro lado, habida cuenta de que no son pocos los dirigentes locales y regionales que se verían apeados del cargo en el caso de hacerse una aplicación estricta de la disposición estatutaria que limita los años de mandato.

«Aparte de la cláusula de limitación de años de mandato, no está claro qué va a pasar con Javier Fernández, los chaconistas tratarán de mover sus fichas, a los excluidos de la última candidatura autonómica aún les escuece haberse quedado fuera... No, no está fácil de adivinar qué va a pasar en el PSOE avilesino», se sincera un militante a modo de resumen rápido de la situación interna del partido.