A. P. GIÓN

El fiscal mantuvo ayer la petición de dos años de cárcel para A. T. S. -que fue condenado a diez años de prisión por agredir a dos hombres con una fesoria en Illas en 2007- por vender a su madre, también imputada, una finca en 2008 y evitar así el pago de indemnizaciones a sus víctimas en caso de ser declarado culpable. En el juicio, que se celebró ayer en el juzgado de lo penal número 2 de Marcos del Torniello, el representante del ministerio público solicitó que se declare nula la venta de la finca. Las acusaciones particulares, que ejercen los dos hombres a los que A. T. S. agredió en Illas, solicitaron cuatro años de prisión para su agresor y su madre, el pago de una multa de 22.000 euros y una indemnización de 64.000. Sostienen que ambos apañaron la venta de la finca para evitar pagarles las correspondientes indemnizaciones por las graves lesiones que sufrieron en 2007.

Los imputados, representados por los letrados Fabián Rodríguez y Francisco Secades Martínez, negaron los hechos que les imputa la Fiscalía. Él aseguró que la venta de la finca está relacionada con una deuda y que su madre acabó siendo su cliente porque no encontró otro comprador, explicaron en medios judiciales.

La Audiencia Provincial condenó a A. T. S. a una pena de once años de prisión por dos delitos de homicidio en grado de tentativa. El condenado, que reconoció los hechos ante el juez, dejó a un hombre en silla de ruedas e hirió a otro durante una discusión por una finca. La Fiscalía sostiene que el joven, «con pleno conocimiento de la existencia de las actuaciones abiertas contra él y consciente de que podía ser condenado al pago de indemnizaciones a sus víctimas, vendió a su madre, que también era consciente de la situación, una parcela rústica en Villaviciosa».