El Monte (Bañugues), I. G.

Un incendio arrasó ayer unos 15.000 metros cuadrados de terreno entre los barrios de Cerín y El Monte, en Bañugues. El fuego se inició hacia las diez y media de la mañana y gracias a la colaboración vecinal, se consiguió controlar rápidamente. Los vecinos no utilizaron mangueras sino que usaron su ingenio para frenar el impacto de las llamas. «Cogimos el tractor y con purines conseguimos apagar el fuego», señalaron los hermanos Alonso, Sixto y Juan, de la ganadería de Casa Estanislao, ubicada en el barrio de El Monte.

Los Alonso tenían controlado el fuego incluso antes de que llegaran los bomberos. «Somos especialistas», ironizó Juan Alonso, que defendió las propiedades de los purines como apagafuegos. «Tan mal como huelen los purines, que mira lo que conseguimos», añadió este ganadero que sofocó parte del fuego en El Monte. En Biforco, en la zona donde presumiblemente, se ocasionó el fuego, una familia utilizó mangueras y calderos para sofocar las llamas a primera hora de la mañana. «Estábamos durmiendo cuando notamos que había fuego», afirmó una portavoz familiar.

«Había una fumareda de la virgen», se oía comentar en la tertulia que se organizó en las inmediaciones del incendio en el barrio de El Monte. El humo se llegó a ver incluso desde el edificio de La Laboral, en Gijón, desde las parroquias interiores de Gozón y desde algún que otro punto de Avilés.

«Y menos mal que el viento soplaba para el este, que si no, hubiera sido mucho peor», destacó Ángel Alonso, que hizo todo lo posible por salvar a los animales del fuego. Las vacas comenzaron a berrar, afirmaron los vecinos, y los caballos a ponerse nerviosos y a relinchar. Eso motivó que los vecinos del barrio deEl Monte salieran de sus casas asustados dado el alcance que estaba tomando el incendio. Ángel Alonso no paraba. Iba de un lado a otro para atender a los animales. «Voy a mover al caballo y alejarlo de las llamas, está muy nervioso», afirma y advierte de que si el incendio se llega a producir por la noche, las vacas y caballos de la ganadería de Casa Estanislao, que dormían en una pradera, habrían tenido peor suerte. Ángel Alonso, mientras explica como atendió a sus animales, advierte que las llamas están alcanzando las líneas de alta tensión.

Un agente de la Guardia Civil presente en la zona destaca que las líneas eléctricas no corren peligro, pero aún así, toda previsión es poca. «No os pongáis debajo de las líneas de alta tensión por lo que pueda pasar», avisa el agente a los vecinos que admiraban el incendio. Una vez sofocado el incendio en la parte baja del monte, los bomberos hicieron un cortafuegos para controlar las intensas llamas. De repente, un pequeño incendio surge en una zona próxima a una vivienda. Entonces, Juan Alonso volvió a recurrir a los purines para sofocar el pequeño incendio con éxito. «Esto es una vergüenza, los bomberos y la Guardia Civil tardaron mucho en llegar», indica Juan Diego Fernández.

Por suerte, el incendio no afectó ni a personas ni a las viviendas anexas al terreno. Eso sí, destrozó buena parte de los eucaliptos de la zona y algún que otro árbol frutal. Un grupo de vecinos de El Monte advirtió al Servicio de emergencias 112 de que la humareda generada en su barrio había afectado a varias viviendas. «Hay mucho humo en casa, no voy a permitir que mis padres vayan para casa en estas condiciones», señaló uno de los vecinos afectados.

La Policía Local de Gozón indicó, por su parte, que a media tarde, se avivó otro pequeño fuego, pero que sin embargo, también estaba controlado por los efectivos de Bomberos. «Al final todo quedó un susto, menos mal», indica una vecina en otra tertulia improvisada en la que se departió sobre otro incendio sucedido en la parroquia de Bañugues hace más de una década. Por aquel entonces, las llamas no fueron apagadas con purines, un nuevo sistema para frenar el impacto de las llamas, que en el incendio de ayer, dio un buen resultado, como señalaron los hermanos Alonso.

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