Saúl FERNÁNDEZ

La mitad de los preludios y fugas que escribió el compositor alemán Johann Sebastian Bach sonarán esta tarde en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery, en la tercera jornada de la Semana de Música Religiosa. El organista Adolfo Gutiérrez Viejo, quien fuera director del Coro Nacional, ofrece un recital centrado, como él mismo explicó, «en las piezas no religiosas». Y es que Bach centró su obra organistíca en los oficios religiosos, «pero también compuso obras laicas, puramente artísticas», aseguró Gutiérrez Viejo.

¿En qué se diferencian unas de las otras? «La diferencia está en el sentido funcional de las dos vertientes de su obra», comentó el organista. Bach, según Gutiérrez Viejo, aportó las lecciones aprendidas en la música coral a sus preludios y fugas. «Y, además, se sentía más libre», apuntó el músico.

Gutiérrez Viejo se formó en Alemania, «donde en cada pueblo hay un órgano y en cada órgano, un organista bueno». Recordó el desconcierto que suscitó la ausencia de este tipo de músicos en los instrumentos de los templos españoles. Y la razón es doble: los oficios católicos no precisan del órgano para ser presentados y los intérpretes solían pertenecer al clero. «Y no siempre eran los que mejor tocaban», señaló. «Intenté que esto cambiara, pero no fue posible, pero, pese a ello, encontré que son bastantes los estudiantes los que se inclinan por seguir estudiando órgano, cuando apenas tiene salida profesional. Y eso me parece fascinante», apuntó el músico. Gutiérrez Viejo alabó la construcción de un órgano como el de la iglesia de Sabugo puesto que permite a los estudiantes conocer un instrumento tan particular. Y centró sus alabanzas en José María Martínez, el director del Conservatorio de Avilés y de la Semana de la Música Religiosa: «Ha sido el alma de este proyecto».

El próximo jueves, 28 de marzo, está anunciada la actuación de Marie-Bernadette Dufourcet, que también ofrecerá un concierto de órgano con piezas compuestas por Nicolas de Grigny, Bach o Naji Hakim.