S. FERNÁNDEZ

José María Martínez, el director del Conservatorio de Avilés, ofreció ayer por la tarde un concierto de órgano en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery. El concierto estuvo incluido en la programación de la IV Conferencia Nacional de rotarios del distrito 2201 que agrupa a los miembros de Asturias, Galicia, Castilla y León, Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura, Canarias, Cataluña, Cantabria y Murcia y que se ha celebrado este fin de semana en la comarca de Avilés.

El órgano de la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery es propiedad de la Fundación Avilés Conquista Musical, una entidad vinculada al Club Rotario de Avilés. Esta fundación fue la que gestionó la financiación para la construcción y diseño del instrumento que luce en el coro del templo nuevo de Sabugo.

El programa propuesto por Martínez Sánchez comenzó con el concierto en Sí menor «Del Sgr. Meck», de G. Walther. Tras esta pieza, el profesor de órgano del Conservatorio de Avilés presentó una meditación sobre un tema japonés titulado «Akatombo», de Guy Bovet. Pasó después por la poesía de Rosalía de Castro e interpretó la versión para órgano de «Negra sombra», de J. Montes.

Martínez cerró el programa con la conocidísima «Tocata y fuga en Re Menor», de Johan Sebastian Bach.

Tras los aplausos, José María Martínez interpretó una propina dedicada los rotarios llegados de Canarias estos días a la comarca -más de treinta personas-. Fue el pasodoble «Islas Canarias», arreglado por el propio director del Conservatorio de Avilés.