Nubledo,

Illán GARCÍA

El Ayuntamiento de Corvera cerró 2011 con un superávit de 325.000 euros, según explicó ayer el concejal de Hacienda y Servicios Generales, Iván Fernández. Esto se debe, precisó el edil, «a una gestión seria, prudente y eficaz de la economía local que comienza a dar sus frutos». Con estos datos encima de la mesa, el Ayuntamiento de Corvera puede sacar pecho al conseguir un resultado positivo en sus cuentas cuando la mayoría de los concejos atraviesan ahora dificultades económicas.

Según Iván Fernández, el gobierno formado por PSOE e IU encargó una auditoría interna en julio que le obligó a elaborar un plan de ahorro para evitar que 2011 se cerrara con un resultado negativo. «Con el ritmo de gastos que se llevaba hasta la fecha se habría dado un déficit de 1,1 millones», explicó el concejal de Hacienda. El plan de ahorro se centró, principalmente, en tres bloques. En el primero se redujeron 400.000 euros en gastos prescindibles derivados de fiestas, sueldos de ediles, gasto corriente en general y protocolo. Tampoco se utilizó un remanente de tesorería de 350.000 euros ni la rebaja obtenida de la obra del saneamiento de Grandellana, que ascendía a 75.000 euros.

«Esto no es ningún milagro ni ninguna mentira, pero tras producirse tres hechos de manera extraordinaria y no previstos en el campo de ingresos pudimos convertir un resultado negativo de 275.000 euros en uno positivo de 325.000 euros», indicó Fernández. Esos tres hechos no previstos se deben a la renegociación del convenio de la piscina, del que se obtuvieron 166.000 euros; el ingreso de 286.000 euros por parte del Principado provenientes del IAE, la contribución y la viñeta, principalmente, y otros 150.000 euros girados a la promotora de Los Balagares como tasa del enganche del saneamiento de la urbanización a la red general.