Marta PÉREZ

La crisis económica está condicionando a los estudiantes avilesinos de segundo curso de Bachillerato -esta semana realizan la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU)- a la hora de elegir qué carrera universitaria estudiar. «La diferencia que hemos notado desde la crisis económica es que son más reiterativos en su intención de estudiar algo que tenga salida», asegura el orientador del Instituto de Educación Secundaria Carreño Miranda, Ángel Jiménez, que escucha, asesora y aconseja a los estudiantes sobre su futuro.

Mientras que la postura de los padres no ha cambiado a pesar de la crisis y lo más habitual es que dejen la elección sobre su futuro académico en manos de los chavales, Jiménez asegura que son los propios estudiantes los que han tomado conciencia de la situación económica adversa. «Quiero estudiar Historia, pero ¿a dónde voy con Historia?», le comentó un alumno hace unas semanas al orientador del Carreño Miranda. «Cada familia es un mundo. Hay casas donde se pueden permitir que su hijo estudie Historia y otras casas dónde no se lo pueden permitir», explica Jiménez, que no tiene nada en contra de los estudios de Historia, pero que cita esta titulación como ejemplo de una de esas carreras universitarias que hoy día no tienen demasiada salida profesional.

Los datos de matrícula de la Universidad de Oviedo del año pasado ya reflejan esta tendencia. Los nuevos alumnos de la Universidad de Oviedo quieren trabajar en el mundo empresarial, y a ser posible, mandar. El diez por ciento de los más de 5.000 alumnos de nuevo ingreso eligieron cursar el grado de Administración y Dirección de Empresas. El porcentaje asciende a cerca del veinte por ciento si se añaden los alumnos matriculados en Economía o en Comercio. Los análisis estadísticos ya hablan de la «generación empresarial» al referirse a los nuevos universitarios.

También en Asturias sigue n teniendo mucha demanda Medicina, Enfermería y Derecho, aunque esta última titulación va perdiendo adeptos. En las carreras técnicas, el grado de Ingeniería Mecánica se lleva la palma.

En el otro lado de la balanza se encuentran las carreras con menos tirón. El récord a la baja lo tiene el grado en Estudios Clásicos y Románicos, que el año pasado registró una matrícula de 8 alumnos en septiembre. «Están teniendo mucho tirón las nuevas titulaciones», asegura Ángel Jiménez. «Muchos alumnos se decantan por Biotecnología», asegura el orientador del IES Carreño Miranda.

No obstante, los estudiantes no suelen tener una determinación clara sobre su futuro hasta segundo de Bachiller. A veces ni siquiera. Según un estudio de Círculo Formación difundido esta semana, la cuarta parte de quienes no obtengan la nota requerida por su especialización, «volvería a estudiar selectividad para subir su nota», un cuarenta por ciento haría un grado que le sirviera para estudiar luego la que era su primera opción y el 36 por ciento estudiaría otro grado dentro de sus opciones. El informe, realizado con encuestas entre el pasado noviembre y este mes de marzo, revela que a estas alturas, ocho de cada diez aún no había decidido qué carrera estudiar, un 37 por ciento dudaba entre tres, un 32 por ciento entre dos, y un 7 por ciento, no valoraba ninguna opción por encima de otra. Por su parte, un 24 por ciento afirmaba saberlo con seguridad. Los temidos exámenes de la PAU terminaron ayer en Asturias.