Marta PÉREZ

Los vecinos de Las Meanas recordarán la madrugada del pasado martes como una noche de perros. La culpa la tiene el dueño de tres mascotas que terminaron abandonadas y atadas a un árbol cerca del parque infantil de La Exposición: una macho y una hembra adultos y su cachorro. Las tres mascotas, atadas e indefensas, comenzaron a pedir ayuda a eso de las 3 de la madrugada. Y para pedir ayuda, los perros lo que hacen es ladrar. Éstos también aullaron. El resto de la manada -es decir, los perros de todo el barrio- respondió a los ladridos. El lío de comunicación perruna que se montó fue tremendo.

Los vecinos de la zona comenzaron a despertarse con el festival de ladridos. Unos por los ladridos de los perros del parque, otros por los ladridos de los perros del vecino. «Yo me tuve que levantar a las 4 de la mañana a sacar a la calle al perro. Estaba como loco», explica un vecino de la zona. «Allí me encontré a los tres perros, más asustados que otra cosa», cuenta el hombre.

La Policía Local de Avilés comenzó a recibir numerosas llamadas de vecinos alertando de la situación. Según fuentes de la Policía Local, cuando tuvieron constancia de la situación, comenzaron a hacer averiguaciones para tratar de identificar y localizar al propietario de los canes. La tarea se prolongó más de lo deseado.

Por la mañana, los dos perros adultos y su cachorro amanecieron atados al mismo árbol donde su dueño les había abandonado de madrugada. Los vecinos de la zona se acercaron a llevarles comida, agua y cartones para que se echasen. Todo un despliegue de atenciones y mimos para las tres mascotas abandonadas. «Es un dolor dejar a tres perritos así indefensos atados a un árbol», comentó una mujer que se acercó a atender a los tres perros.

Al final, a media mañana, el dueño apareció. Según las mismas fuentes consultadas de la Policía Local, una vez localizado el dueño de los tres perros, se personó en el cuartel de la Policía Local. Allí aseguró, siempre según las mismas fuentes, que se le habían escapado, extremo improbable puesto que los animales aparecieron atados con sus correas al árbol. A no ser que una tercera persona los hubiera encontrado y dejado allí atados. Hipótesis, esta última, a la que la Policía Local resta credibilidad.

El episodio de ayer ha vuelto a reabrir el debate sobre la necesidad de un albergue de animales en la comarca. Las protectoras de animales se movilizaron en las redes sociales para difundir la historia de estos tres perros abandonados en Las Meanas. La indignación era palpable en cada comentario. Los vecinos de la zona y sus mascotas esperaban, anoche, recuperar la paz nocturna.