Mónica G. SALAS

El enésimo caso de abandono canino tuvo lugar ayer en Avilés, un concejo que en contra de lo que estipula la ley carece de albergue y servicio de recogida de animales. En esta ocasión, fue un perro atado bajo el puente Azud. «Nos avisó una señora de que un hombre minusválido había visto a un perro que se estaba ahogando», relató Vanesa Gómez, de la asociación «El Trasgu». «Debido a su minusvalía, el hombre sólo pudo aflojarle la cuerda», añadió.

Según aseguró la protectora de animales, la policía -que fue avisada- no hizo nada por ayudar al animal. «Nos dijeron que ya estaban al tanto de lo sucedido, pero que ellos no podían dar una solución», indicó indignada Vanesa Gómez. Ante la insistencia por parte de la asociación, algunos miembros de la policía «se pusieron especialmente "bordes" con una de mis compañeras y le amenazaron con que la conversación estaba siendo grabada», criticó Gómez.

El perro, una mezcla de bóxer y mastín, presentaba sín tomas de deshidratación y estaba muy delgado. «Llevaba muchas horas sin comer», explicaron desde «El Trasgu». Además, el animal tenía heridas por la zona del cuello, aunque desde la protectora no pueden confirmar si fue causado por la cuerda o por algún tipo de collar que llevó anteriormente. Pero lo que está claro es que «la intención de la persona que lo dejó abandonado en el puente era que se muriera, porque la cuerda estaba muy apretada», explicó Vanesa Gómez. Ante este nuevo caso, la asociación «El Trasgu» está dispuesta a denunciar por abandono y maltrato de animales a su autor. Al perro, «le buscaremos un hogar», indicó Gómez.

Ante lo que califican como «lavado de manos» por parte de las autoridades, la protectora de animales anuncia que seguirán luchando contra el maltrato y abandono de animales, así como contra las camadas masivas no deseadas. También exigen al Ayuntamiento de Avilés, como ya viene siendo habitual por parte de las plataformas pro albergue de animales domésticos, que construya una perrera municipal como obliga la ley por tratarse de un concejo de más de 50.000 habitantes. El Ayuntamiento, dicen desde la asociación, lleva más de nueve años mareando la perdiz. «No podemos seguir en esta situación», protesta Vanesa Gómez. Con ese objetivo están recogiendo firmas. «La gente está indignada, pero tampoco hace nada», añadió.

La protectora «El trasgu» sostiene que «si presionamos a las autoridades, responden buscando una persona que se haga cargo del animal, pero luego lo acaban sacrificando y eso no es una solución», explicó Vanesa Gómez. La asociación, que ya tiene un total de 26 animales sin albergue, hace un llamamiento para que la gente que pueda les ayude, ya que anuncian que «son muchos los gastos que tenemos; necesitamos colaboración».