Mónica G. SALAS

Aunque su agotamiento es cada vez más evidente, a Antonio Madriñán le quedan fuerzas para lograr su reto. Tras correr 48 horas ininterrumpidas, el atleta tiene previsto culminar hoy su particular supermaratón. El propio Madriñán manifestó ayer a este periódico, en uno de sus descansos, que mantiene alta la ilusión y que incluso piensa en nuevos retos: «El paso de las horas se nota, pero sigo con fuerzas y ya me planteo más desafíos». Esos desafíos están aún por determinar, pero Madriñán adelanta que también serán con fines solidarios. «Ayudaremos a otras fundaciones que lo necesiten», señala el atleta. En esta ocasión, las vueltas en la pista de cross de Los Campos se han traducido en recaudación de fondos para la Fundación Meniños. «No sé la cifra exacta, porque hay gente que está comprando las rifas aquí, pero otros están haciendo donaciones a la fundación», explica Madriñán. No obstante, «calculo que llegaremos a los 2.000 euros», añade.

La noche es dura y se hace muy larga, según señala el protagonista del reto, ya que « es cuando estoy más solo y me entra el sueño». No obstante, el apoyo de otros corredores no ha faltado en estos dos días. Según afirma Madriñán, «alrededor de 200 personas han corrido conmigo».