Los Campos (Corvera),

Mónica G. SALAS

Tras completar el kilómetro número 250 y cuando el reloj marcaba las doce menos cinco de la mañana, Antonio Madriñán llegaba ayer a meta entre aplausos y seguido por una estela de más de 30 corredores. Así, el atleta de Los Campos finalizó su reto solidario veinte minutos antes de lo previsto, ya que el viernes comenzó a correr a las doce y cuarto. «Estoy un poco cansado después de tantas horas, pero la carrera ha merecido la pena por ayudar a la Fundación Meniños y por la cantidad de gente que me ha acompañado durante estos dos días», señalaba el propio atleta al finalizar la supermaratón en la pista de cross de Los Campos. Y es que Madriñán no se ha sentido solo en ningún momento de la carrera. Tanto de día como de noche «siempre había alguien apoyándome», dice el atleta. «Calculo que habrán corrido conmigo alrededor de 200 personas», precisó.

Junto a él también estuvieron su familia y compañeros de trabajo del acuartelamiento Cabo Noval. «Es un orgullo para nosotros porque realza el trabajo de la unidad», manifestó su jefe Nacho Araujo, del CECOM -Centro de Comunicaciones-. Por su parte, su pareja, Sheila González, dijo estar muy contenta, ya que «ha venido mucha más gente de la que pensábamos en un primer momento; el viernes fue increíble», apuntó.

Después de una dura noche en la que acusó el cansancio más de lo esperado, a este vecino de Corvera aún le sobraron fuerzas para hacer la última vuelta al sprint. Además, tras el final de la carrera, paseó con la bandera de Asturias por la pista, acompañado por todos los corredores que también quisieron participar en el desafío solidario.

Desde el stand de la Fundación Meniños, ubicada en la propia pista de cross donde se realizó el evento, sus responsables manifiestan que la recaudación de fondos ha sido «muy positiva». Aunque aún no pueden aportar cifras exactas, «todo parece indicar que llegaremos a los 2.000 euros, ya que tenemos contados unos 1.800 euros del viernes y del sábado y todavía nos falta por saber lo de ayer», señaló Carlos Sáez, coordinador de la Fundación Meniños. «Es ya la segunda vez que colabora con nosotros y estamos muy contentos, porque da a conocer nuestra labor y nos ayuda mucho», añadió Sáez.

Tras dos días corriendo de manera ininterrumpida, ahora toca descansar y dormir. En 48 horas, Antonio Madriñán sólo ha podido dormir dos horas con una parada de 60 minutos el viernes y otra de 60 también el sábado. Ésos han sido las descansos más largos que ha realizado el atleta corverano, ya que el resto «fueron de cinco o quince minutos, para hidratarme y comer algo», explicó.

El esfuerzo físico de estos días le ha pasado factura a Antonio Madriñán. Calcula que ha perdido cinco o seis kilos. «Tendré que beber mucho ahora, ya que la gran mayoría de lo que he perdido son líquidos», dice. En cuanto a la comida, asegura que no tomará nada especial. «Lo que me echen en el plato», bromea Madriñán. Por el momento, hasta mañana el atleta no volverá a su rutina. «Hoy no voy a correr ni a trabajar; necesito relajarme», dice. Sin embargo, no descarta coger ya mañana sus zapatillas de deporte y prepararse para una nueva maratón. Al menos por su cabeza ya rondan próximos retos.