Teresa CEMBRANOS

Un violinista callejero puso ayer la música, sin quererlo, a unos largos cinco minutos de silencio. Esos en los que los avilesinos se acordaron de todas las mujeres víctimas de esa lacra que son los malos tratos. La plaza de España fue el epicentro de las actividades para conmemorar el Día Internacional contra la violencia machista y allí se reunieron vecinos y representantes de todos los partidos políticos, se repartieron lazos morados y se leyó el manifiesto del Consejo de la Mujer de Avilés.

Las encargada de dar voz a las peticiones de las mujeres fueron Marta Pérez Souto e Irene González Menéndez, alumnas de Primero de Bachiller del Instituto Nº 5 y antenas juveniles. «La violencia contra la mujer es una forma de discriminación y una violación de los derechos humanos», comenzaron. A lo largo del escrito condenaron el «afán de posesión y dominio» que significa «la mayor manifestación machista», que «impide alcanzar la plena realización personal, restringe el crecimiento económico y obstaculiza el desarrollo». «La generalización y el alcance de la violencia contra la mujer ponen de manifiesto el grado y la persistencia de la discriminación con que siguen tropezando las mujeres», constata el manifiesto.

Desde el Consejo de la Mujer se asegura que sólo se puede eliminar esa violencia «promoviendo la igualdad y el empoderamiento de la mujer y velando por el pleno ejercicio de los derechos fundamentales». Y por ello, los esfuerzos de la sociedad deben ir dirigidos a potenciar la conciliación de la vida laboral y familiar y la educación en igualdad «no solamente en el ámbito educativo, sino también en la familia y en los roles que se asignan a los chicos y chicas». Al respeto, el Consejo aboga por implicar «a más hombres en esa tarea porque solo se consiguen verdaderos logros si avanzamos juntos».

En el manifiesto se insta a erradicar la violencia de las relaciones personales y de los medios de comunicación: «La publicidad, algunos programas y series de televisión con altísimas audiencias hacen que se mantengan valores machistas que, en nuestra opinión, son una continua agresión hacia la dignidad de todas las mujeres». El Consejo pide también más respeto a las mujeres que realizan su labor en casa así como articular más herramientas dirigidas a las mujeres jóvenes «para una prevención y una detección precoz de las situaciones que pueden generar la violencia de género».

Antes del acto en El Parche, Izquierda Unida organizó una caravana que recorrió la comarca para denunciar la violencia de género y en la que no faltó la poesía y la música.