Teresa CEMBRANOS

La incertidumbre es la tónica en el sector pesquero después de que el Parlamento europeo (PE) haya aprobado una reforma que incluye acabar con los descartes -que consiste en tirar al mar las capturas no deseadas- de manera progresiva a partir del próximo año. El presidente de la Federación regional de cofradías, Dimas García, dio la bienvenida a la medida pero auguró que será difícil que se consiga acabar con esa práctica, habitual, sobre todo, en el sector del arrastre. Son esos profesionales, los dedicados al arrastre, los que ponen el grito en el cielo ante lo que les puede venir encima. Actualmente, para, por ejemplo, llevar unos 2.000 kilos de pescado a la rula, devuelven al mar la misma cantidad, e incluso más.

A falta de concretar los términos del acuerdo, los armadores se mueven en dos posibilidades. La primera, beneficiosa para ellos, es que les dejen descargar y vender todas las capturas en el puerto, incluidos los miles de kilos que se tiran al mar por ser especies vedadas o por ser de pequeño tamaño. La segunda, y que les perjudicaría, que Europa decidiera aumentar el «mallero» -la red con la que pescan en los barcos-. «Eso nos perjudicaría mucho por ejemplo, cuando vayamos a la bacaladilla, que es un pescado pequeño, ya que haría que no se quedara en la red», explicó Manuel Chedas, patrón del «Travesía».

Dimas García, por su parte, aseguró que nunca se va a conseguir - o se tardará muchos años- el objetivo de cero descartes: «Es un canto al viento. Hay ciertas pesquerías, como la volanta, el palangre y las artes menores donde los descartes son mínimos y no será complicado cumplirlo, pero en otras no», mantuvo. El presidente de la Federación, no obstante, considera que ese debate en la Unión Europea debería ser secundario ya que hay muchas cuestiones de la nueva política pesquera común que aún no están concretadas, como la definición de qué son artes menores, y otras que arrastran la polémica, como los cupos pesqueros. «Antes de hablar de descartes se tendría que negociar que España tuviera cuota suficiente ya que la actual vale para poco. Con lo que hay ahora, en 2014 habrá que reducir la flota en un 50 por ciento», sentenció García.

El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, aplaudió el acuerdo aprobado en el Parlamento Europeo, aunque con excepciones. Así, el Partido Popular Europeo propuso una enmienda para flexibilizar el veto a los descartes, y que responde «a una especificidad de la flota española». «Si los descartes se eliminan absolutamente hay pesquerías en las que se paralizaría la actividad», explicó. La medida, no obstante, aún deberá ser negociada entre los 27 gobiernos de la UE y la Comisión Europea antes de ser efectiva.