Es considerado uno de los inventos más relevantes de la historia reciente española y su origen es avilesino. Julia Montousse Fargues y su hija Julia Rodríguez-Maribona idearon a mediados del pasado siglo la fregona actual, un dispositivo de cubo, palo y trapo por el que obtuvieron el modelo de utilización número 34.262 en el año 1953. El mérito del invento se lo llevó el ingeniero Manuel Jalón Corominas, que falleció en 2011 en Zaragoza a los 86 años, si bien el inventor riojano no patentó sus modelos hasta los años 1957 y 1964.

El primer uso conocido de un utensilio similar a la fregona española se remonta a 1496. Consistía en un estambre unido a un palo de madera y se usaba para limpiar las cubiertas de los barcos ingleses. Jacob Howe patentó en 1837 un tipo de fregasuelos, y en 1893 el inventor estadounidense Thomas W. Stewart obtuvo la patente número 499.402 para un nuevo tipo de fijación para un dispositivo similar.

En España fue entre 1900 y 1950 cuando se registraron numerosas patentes que describían, con distintas formas, mangos y sistemas de escurrir, una idea para fregar con fibras pegadas a un palo, que se escurren dentro de un cubo: la fregona tal y como la conocemos. Entre ellas se encuentra la de las avilesinas Montousse y Rodríguez-Maribona, que solicitaron la patente de su invento el 19 de junio de 1953 y les fue concedida unos días después, el 1 de agosto de ese mismo año.

La Oficina Española de Patentes y Marcas publicó en 2011, con motivo del segundo centenario de la promulgación de la primera ley de Patentes, un catálogo titulado «Doscientos años de patentes» que recoge el invento de madre e hija. La publicación recoge de forma literal: «Entre los numerosos antecedentes de la fregona hay patentes de mujeres como la registrada en 1953 por Julia Montousse Fargues y Julia Rodríguez-Maribona. Estas dos avilesinas inventaron una disposición de cubo, palo y trapo por la que obtuvieron el modelo de utilidad número 34.262, de título dispositivo acoplable a toda clase de recipientes tal como baldes, cubos, calderos y similares, para facilitar el fregado, el lavado y el secado de pisos, suelos, pasillos, zócalos y locales en general. A la luz de lo que nos muestra el plano adjunto -a la derecha de estas líneas- no puede calificarse de otra cosa que de una auténtica fregona muy anterior a la famosa de Manuel Jalón». El riojano trabajó 12 años en Estados Unidos, donde observó cómo en los hangares fregaban con una mopa plana y un cubo con rodillos. A su regreso a España fabricó las primeras fregonas inspiradas en el modelo estadounidense (con cubo metálico y rodillos). Comenzó la fabricación en 1956 y patentó su modelo en 1964, 11 años después que las avilesinas.