El Gobierno de Javier Fernández se ha comprometido a abordar antes del verano el problema que supone el proyecto de accesos al Parque Empresarial de la ría avilesina. No estaría mal, máxime cuando forma parte de la lista de propuestas avilesinas que ya constituyen un paradigma de la incapacidad política. Añádanse a éste la tan manida barrera ferroviaria, la Ronda Norte o los accesos de Buenavista. No queda más remedio ya que reconfortarse un poco con la mera agitación: el Principado ha expresado su intención de desbloquear los accesos portuarios y ha reunido a las partes volviendo (siempre todo proceso puede reiniciarse infinitas veces) a considerar todas las alternativas del proyecto. El problema es que la situación presupuestaria no está para muchas alegrías, así que por ahora podemos observar todos estos movimientos con la suspicacia de quien contempla espejismos o promesas al viento. Paradójicamente, en estos tiempos de inminente Semana Santa en los que a algunos se les aviva la fe religiosa, la fe en las cosas mundanas está bajo mínimos.