Salinas, Inés MONTES

La inestabilidad de la ladera de Pinos Altos se incrementó en los últimos días ocasionando un argayo de grandes dimensiones y otros desprendimientos menores. Toneladas de tierra se precipitaron a la avenida de Juan Sitges en Salinas, en las inmediaciones de la centenaria locomotora «Rojillín», que hace las veces de oficina municipal de turismo y que ayer estaba cerrada. Operarios municipales retiraron ayer la tierra y cortaron los troncos de los arboles que también cayeron de la ladera que corona San Martín de Laspra.

Los desprendimientos también se produjeron en las últimas horas en todo el frente norte de la ladera, que sólo está separada del paseo marítimo por la carretera de Salinas a Arnao. Asimismo, ayer seguía arrollando tierra y agua en el punto en el que se produjo un gran argayo hace 15 días, frente a la entrada al Museo de Anclas Philippe Cousteau de La Peñona.

El concejal de Obras de Castrillón, José Luis Garrido, señaló ayer que la ladera de Pinos Altos es de propiedad privada y que el gobierno local está sopesando reclamar a los propietarios el coste de la limpieza de la calzada, que es de propiedad municipal. «El coste de la limpieza no será muy elevado, pero los propietarios que imploren que no ocurra un accidente grave porque serán los responsables de lo que pase y tendrán que hacerse cargo», afirmó el concejal.

La propiedad privada de la ladera de Pinos Altos es uno de los obstáculos para acometer una actuación medioambiental que evite los desprendimientos de tierra. Unas zonas son propiedad de Asturiana de Zinc (Azsa), otras de canteras Mota y otras de particulares.

La desaparición de los árboles y las continuadas lluvias del otoño y del invierno han incrementado la inestabilidad de la zona. Algunos expertos llevan años reclamando la forestación de la ladera y de la cresta de Pinos Altos para reducir el riesgo de desprendimientos.