El supuesto entramado para simular ciertas facturas como si correspondiesen con viajes de los empleados del Niemeyer ocasionó algunas incongruencias, especialmente en el caso de Natalio Grueso, la persona que más desplazamientos realizaba a cargo del Centro. Así, algunos viajes se solapan, indicaron fuentes conocedoras de la contabilidad interna de la agencia: Grueso podía aparecer como que realizaba varios viajes en días consecutivos o ciertos billetes aparecían sin determinar quién era el verdadero pasajero. Otros se facturaban con conceptos genéricos, ligados a servicios de empresas, a supuestos programas de actividades del Centro Cultural o a actividades de personajes ilustres que pasearon por la alfombra roja del Niemeyer durante el período de intensa actividad internacional. Los imputados recalcan que no se beneficiaron personalmente en ningún caso.