La alcaldesa de Castrillón, Ángela Vallina (IU), trató de tranquilizar ayer a los miembros del Ateneo Republicano de Castrillón (ARC) y a los familiares de los enterrados en la fosa común del Pinar de Salinas, al afirmar que la permuta de terrenos de propiedad municipal en esa zona por la polémica finca de las dunas de El Espartal, no va a afectar al enterramiento. «En el convenio urbanístico que vamos a firmar con la empresa está todo previsto porque la ley de Memoria Histórica está para cumplirla», señaló.

El Ayuntamiento de Castrillón es propietario de 316.000 metros cuadrados de suelo en el pinar de Salinas de los que 46.500 metros cuadrados pasarán a la empresa Aldergarten que a su vez dará al municipio los 45.0000 metros cuadrados de los que es propietaria en la margen izquierda de la carretera de Salinas a San Juan. De esa superficie, 30.000 metros cuadrados están calificados como suelo urbanizable y en ellos la empresa proyectaba construir las viviendas.

El Tribunal Supremo declaró en 2008 el suelo como urbanizable, lo que obligó a sacarlo del perímetro del Monumento Natural de El Espartal en el que lo había incluido el Principado en 2006. La Corporación aprobó hace un mes en el Pleno, la agrupación y la segregación de todos los terrenos del pinar de Salinas que tienen diversas calificaciones en el Plan General de Ordenación Urbana del concejo, con el fin de posibilitar la permuta con Aldergarten.

La alcaldesa, aseguró ayer que la fosa común del Pinar se respetará. «Los miembros del Ateneo Republicano y las personas que critican la permuta alegando la existencia de la fosa común deberían haberlo hecho hace años cuando Asturiana de Zinc (Azsa) construyó la balsa de jarosita. La empresa excavó para hacer las balsas y nadie protestó», afirmó.

El principio de acuerdo entre el Ayuntamiento y Aldergarten incluye algunas novedades en relación con el proyecto inicial. Las aproximadamente 208 viviendas que se preveían repartir en siete edificios de tres alturas se construirán, según la última propuesta, en inmuebles de seis alturas. «El cambio permitirá construir en menos espacio y edificios similares a los últimos que se han levantado en El Espartal», señaló una fuente municipal.

El número definitivo de viviendas, no obstante, dependerá de la superficie de las mismas y del proyecto definitivo que presente la empresa una vez firmado el convenio urbanístico, que deberá contar con el visto bueno de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (Cuota). Una de las condiciones del Ayuntamiento para alcanzar el acuerdo es que se construya un hotel con spa, como se preveía en el proyecto inicial de la empresa.