«Teatromaquia» es una especie de catarsis, una desmitificación del teatro, una autobiografía ficticia y una comedia traumática; incluso, una obra narcisista «para lo bueno y para lo malo». Todo eso y más quiere plasmar «Konjuro Teatro» en su última producción, que hoy estrena en el teatro Palacio Valdés a partir de las 20.15 horas. El fin último de los actores Jorge Moreno, Sonia Vázquez y Cristina Cillero es intentar «desintoxicarse» de una adicción como la del teatro. «Esta obra nace de la necesidad de hacer una autocrítica y una parodia de la profesión, pero también como reivindicación pero desde un punto de vista irónico, con un humor que roza la negrura y sin piedad hacia nosotros», afirmó Moreno, también director y escritor de la obra.

Jorge Moreno, pese a intentar desmitificar su profesión, reconoce también «que cuando el teatro entra en tu vida no sale jamás». «Luego te preguntas por qué te haces actor: no es por dinero, ni por tener garantizada la jubilación... No sé si es por necesidad artística o no. No lo sé, y por eso doy a luz obras como ésta, para hacer una especie de exorcismo, porque no lo tengo claro. De esa desazón vital nace la obra», comentó. Cristina Cillero, su compañera sobre las tablas, añadió que «Teatromaquia» no es una obra «para satisfacer a nadie», sino para «responder por qué seguimos haciendo teatro».

Moreno aprovechó la ocasión para hacer un alegato en favor de la cultura y las empresas que viven de ella. «En esta época estamos acosados por diferentes frentes, por subidas impositivas, por el desprecio institucional. Los trabajadores de las Artes Escénicas nos hemos convertido en chivos espiatorios; se ha encañonado a la cultura para que la ira y la frustración se dispare sobre nosotros. Hay, además, un auge de la competencia desleal que nos está haciendo daño y tenemos que luchar porque sea un oficio digno. Tenemos que reivindicar que somos empresas que cotizamos, que pagamos, que abrimos y cerramos,...», aseguró el director de la compañía.

Sonia Vázquez comentó que, seguramente, muchos de los que vayan a ver la representación no la entiendan: «Muchos dirán que se han mirado el ombligo y que no hemos pensado en el público. A pesar de los pesares y de las críticas es algo que hacemos con tanta convicción y cariño que no nos importa la precariedad con la que hacemos teatro», defendió.

Julia Rodríguez, responsable del Palacio Valdés, explicó que han llegado a un acuerdo con la Consejería de Cultura del Principado por el que todos los estrenos y obras que se programan en el ciclo «Hecho en Asturias» se pasen, a continuación, en el Centro Laboral Ciudad de la Cultura. Jorge Moreno agradeció iniciativas como ésta ya que, aseguró, actualmente es muy complicado conseguir poner en escena una obra teatral.