Sandra MARTÍN

Los cursos de La Granda, que comenzaron ayer, rinden homenaje un año más a la figura de Gaspar Melchor de Jovellanos. José Manuel Cuenca Toribio, catedrático de Historia Contemporánea Universal y de España de la Universidad de Córdoba, fue el encargado de inaugurar las ponencias con la charla «Vida y obra de Gaspar Melchor de Jovellanos». A pesar de que son muchos los años transcurridos, el pensamiento adelantado a su época del erudito asturiano y las continuas reformas en ámbitos como el de la educación le hacen estar de actualidad hoy más que nunca. En esta primera conferencia del ciclo monográfico en torno a la figura de Jovellanos se hizo un breve esbozo de su vida. «Es imposible resumir la vida de Jovellanos en 45 minutos», se sinceró Cuenca. Según el catedrático, Jovellanos dejó un legado a la sociedad cuya vigencia actual no admite dudas. El gijonés trabajó por una España nueva y reformada, un ideario que a su parecer podría conducir al Estado del Bienestar. Entre tertulias y café, pensaba en el nuevo amanecer de España. Siempre estuvo comprometido con los proyectos reformistas que ahondaban en los profundos problemas nacionales de la época, ya que por aquel entonces España quería entrar con pies firmes en el terreno de la modernización. Fue intelectual, educador y a la vez impulsor de proyectos reformistas.

Jovellanos destacó en muchos ámbitos de la vida, como el Derecho, la economía, la política y la filosofía. Pero pronto empezó a poner negro sobre blanco entrando así en el comercio de la imprenta y destacando en el campo literario. Una de las claves que se dieron en la charla fue el concepto jovellanista de estudiar el pasado para ponerlo al servicio del presente.«Es imprescindible conocer la historia para tomar decisiones acertadas en el presente», recalcó Cuenca, quien además de historiador ha colaborado activamente en prensa, radio y televisión, lo que le llevó a ganar en 1985 el premio de periodismo «José María Pemán». «Estamos en esa ruta hacia el progreso de la que Jovellanos dejó las claves», concluyó Cuenca.