Integrantes de la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores de Avilés contactaron ayer con LA NUEVA ESPAÑA para expresar su preocupación por la situación económica que atraviesa la entidad y pidieron que se garantice su continuidad. Tal y como adelantó este periódico, la tradicional cofradía avilesina pasa por un momento delicado al detectarse deudas impagadas procedentes de la organización de la Semana Santa de 2011. Medios próximos a la cofradía señalaron incluso que la posibilidad de disolver la entidad está sobre la mesa.

No obstante, la junta gestora trabaja para solventar los problemas y en medios eclesiásticos se da por hecho que podrán aprobarse pronto unos estatutos (la cofradía carecía de ellos) ajustados a las normas de la Diócesis como primer paso para asegurar el futuro de la entidad.

Es precisamente ese futuro el que preocupa a muchos cofrades. "Es importante que se haga un plan de viabilidad, se negocien esas facturas pendientes y si es necesario quizás haya personas dispuestas a hacer donaciones que contribuyan a paliar el problema", indicó un destacado cofrade de la Dolorosa.

La hermandad está ahora en manos de una junta gestora que deberá dar paso a unas elecciones. Antes habrá que establecer cómo se resuelve el problema económico. Hermanos mayores de las diferentes cofradías avilesinas expresaron también su preocupación y mostraron su confianza en que una hermandad con sesenta años de historia a sus espaldas pueda superar lo antes posible los actuales inconvenientes.