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El Ayuntamiento licencia a los últimos 16 parados formados en las escuelas taller

Seis personas serán tituladas como expertas en eficiencia energética y otras diez adquirieron conocimientos para hacer obras menores

José Ramón Campa, Mario Artime y José Benjamín Campa, haciendo tareas de soldadura en el taller. Ricardo Solís

La formación para el empleo que promueve y financia el Ayuntamiento de Avilés da estos días sus últimos frutos del año con la clausura del taller de empleo desarrollado en la nave del antiguo cuartel de bomberos, un proyecto que ha servido para titular a seis personas en materia de eficiencia energética y para proporcionar conocimientos de obras menores a otras diez, todas ellas paradas y sin apenas perspectivas de colocación cuando fueron seleccionadas hace un año para entrar en el taller. No es que ahora tengan garantías de encontrar empleo, pues hasta los responsables municipales del área de formación admiten que la crisis hace estragos (los porcentajes de empleabilidad han caído del 60 al 30 por ciento), pero al menos tendrán una carta de presentación digna de ser tenida en cuenta.

José Benjamín Campa, Mario Artime, José Ramón Campa y así hasta otros diez parados accedieron al módulo de mantenimiento de edificios -uno de los dos que componían el taller de ecoeficiencia desarrollado por el Ayuntamiento de Avilés- y ayer comentaban ilusionados los muchos conocimientos adquiridos en materia de albañilería, fontanería, electricidad, pintura... "Vamos, lo necesario para convertirnos en los reyes de las ñapas", bromeaba Mario Artime. Alguno de ellos había trabajado en el sector de la construcción, "pero como peones, sin apenas tener la oportunidad de aprender a hacer trabajos de cierto nivel", reseñó José Benjamín Campa.

El profesorado que tuvo la misión de formar a estos 16 parados que ahora buscan nuevas oportunidades laborales estuvo compuesto por Juan Ramón Menéndez, Marcelino Queipo y María Jesús Morán, esta última en calidad de maestra en el sentido más estricto de la palabra: "Algunos de los alumnos recibió clases de refuerzo para suplir sus carencias formativas básicas", apunta uno de los responsables del taller de empleo. Los alumnos no estarán solos ni siquiera ahora, ya finalizado el periodo formativo, pues el programa municipal establece que se harán controles de seguimiento de su empleabilidad cada seis meses y durante un año, además de tener a su disposición a un técnico de acompañamiento laboral para que les asesore.

El segundo módulo del taller de ecoeficiencia sirvió para titular a seis personas como auxiliares en la materia; esto es, para darles la capacitación necesaria para poder elaborar informes sobre cómo transformar un inmueble para aumentar el ahorro energético dentro y fuera del mismo. Aparte de las prácticas en el taller y las clases teóricas, los alumnos de ambos módulos hicieron prácticas durante el verano en los colegios del concejo, donde realizaron obras de mejora y mantenimiento.

La apuesta municipal por los talleres de empleo no acaba con la clausura del que estaba en marcha; el borrador de presupuesto para 2014 -a expensas de su debate político en el Pleno- prevé un incremento del 5 por ciento de las partidas económicas dedicadas a educación y empleo.

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