La reparación de los daños causados por el accidente con mercurio que tuvo lugar a finales de 2012 en la fábrica de Asturiana de Zinc (AZSA) y en el que se vieron implicados al menos medio centenar de trabajadores de la empresa MISA tiene abierto desde hace pocos días un nuevo capítulo, si bien apenas se han escrito las primeras líneas. Según ha podido saber este diario, los abogados de varios de los ex trabajadores de MISA intoxicados con mercurio durante una parada de mantenimiento en AZSA mantuvieron un primer contacto con responsables de la multinacional del zinc en la que cada una de las partes expuso su punto de vista sobre la forma de compensar económicamente a los intoxicados con metal pesado.

En las conversaciones mantenidas entre los representantes de los trabajadores y de AZSA no se habló de cantidades concretas, pero quedó claro que a priori existe la voluntad mutua de tratar de alcanzar un acuerdo compensatorio que evite, si llega el caso, la apertura de un procedimiento penal. No obstante, la complejidad del suceso y los diferentes puntos de vista que existen en el seno del colectivo de intoxicados hacen prever que de alcanzarse algún tipo de acuerdo, el mismo llevará tiempo.

Al margen de esta iniciativa, los intoxicados con mercurio que pertenecen a la asociación constituida expresamente para defender sus derechos tienen previsto trasladar esta mañana sus reivindicaciones a Oviedo. A las 8.30 horas habrá una concentración delante de la Junta General del Principado y a las 11.00 otra a las puertas de la sede del servicio asturiano de Salud (Sespa). Los promotores de estas concentraciones reclaman la formación de un grupo multidisciplinar de especialistas que haga su seguimiento médico, más cuando en las últimas semanas algunos de los intoxicados han observado un empeoramiento de su estado de salud. Otra de las reclamaciones del colectivo es el reconocimiento de enfermedad profesional para casos como el suyo, caracterizado por la una alta exposición a un agente químico.