El patrón mayor de la cofradía de pescadores de Candás, José Ángel Gutiérrez, quiso salir ayer al paso de las declaraciones vertidas desde la Asociación Asturiana de Minoristas de Pescado mostrando el rechazo del colectivo de pescaderos asturianos al funcionamiento en las instalaciones de la rula candasina de un puesto de venta de productos de la mar abierto al público en general (lo que se conoce como venta directa de pescado al consumidor). Los empresarios asturianos del sector pescadero sostienen que esa instalación es ilegal e incluso anunciaron su intención de boicotear a los barcos que hacen posible el funcionamiento de la polémica pescadería negándose a comprar los productos que traigan a puerto.

Según el patrón mayor de Candás, "esta guerra (entre pescadores y pescaderos) ya viene de lejos y la empezó el vecino Eleuterio (Escribano), responsable de "Pescados Lute", de Candás. Ante esta situación, le recordamos a este señor que antes de llegar él, ya estábamos nosotros vendiendo pescado por las calles y plazas del pueblo. Pero desde que llegó y montó su propia pescadería no paró de denunciarnos a la Guardia Civil, obligándonos a los pescadores a buscar una salida para nuestros productos, que culminó en lo que hoy es la pescadería de la rula de Candás. Que, por cierto, de flagrante ilegalidad no tiene nada. Está tan en regla como cualquier otra pescadería de la región e incluso más por su alto grado de calidad, frescura y precio de las capturas".

Gutiérrez prosigue: "En cuanto a las pescaderías de Candás que se aduce que cerraron en estos años, no hay peor cosa que decir medias verdades. Una de las que cesó su actividad trabajaba para la Cofradía, pero decidió abrir su propio negocio sabiendo cómo funcionábamos nosotros. La otra pescadería se trataba de un puesto en la plaza del pueblo que pertenecía a un hijo y nieto de pescadores que, por cierto, era amigo mío y me ofreció vender allí el pescado y nunca nos reprochó nada; al contrario. Y tanto su padre como su abuelo vendieron bocarte, parrochas y sardinas antes que todos nosotros en las calles del pueblo".

El patrón mayor candasín opina que "de todos los males nos culpa este señor, sin ni siquiera mirarse su propio ombligo. Algo estará haciendo mal. ¿Qué pescadería con la crisis de hoy en día vende como antes? Ni nosotros mismos (los pescadores). Con la crisis, todos perdimos y lo más fácil es echar la culpa a los demás. Quizá convenga hablar mejor de la cantidad de barcos que se vendieron o se desguazaron en Asturias por no ser rentables debido al bajo precio del pescado, de los elevados costes del gasoil y los aparejos... Porque si sube el IVA, baja el precio del pescado; si suben los impuestos, baja el precio del pescado, también; si sube el gasoil, baja el precio del pescado... Y siempre somos los mismos los pringados: los pescadores. Parece que los responsables de esta situación económica, de los errores humanos y de todo lo que pueda pasar, somos los pescadores".

Y sigue: "Así que este señor, lo que podría hacer era dejar de denunciarnos de una vez por todas, que ya lleva así más de 15 años, e intentar mejorar su negocio. Además, nuestro puesto en la rula de Candás está amparado por la Unión Europea y en España existe un borrador que recoge la venta directa de pescado en la lonjas españolas. En Francia ya hay locales habilitados para ello. Al igual que en Alemania o Bélgica... Hasta en Suiza, que no tienen puerto. Con todo, yo creo que nosotros también tenemos derecho al libre mercado y a la competencia. Por ello, la cofradía de pescadores de Candás ya se ha puesto en contacto con el director general de Pesca del Principado y con el presidente de la federación de cofradías de pescadores de Asturias para que tomen medidas".

La exposición de José Ángel Gutiérrez concluye con una reflexión: "Si no hacemos esto (crear puestos de venta directa en las rulas), los pescadores morimos y tenemos que vender nuestro barcos. Y con ello, desaparece uno de los mayores atractivos que tiene la costa asturiana. Ellos alegan que muchos pescaderos han perdido su puesto de trabajo, pero de igual forma, hoy en día, hay más de mil pescadores menos que antes".

Otra de las personas aludidas en sus críticas por la asociación de pescaderos asturianos, el armador del barco "Maresco" (uno de los cinco que es objeto de boicot comercial), Gustavo González González, también se puso en contacto con este diario para desmentir varias de las acusaciones de que fue objeto. Según su versión, la base de su barco "está en Luanco, ni en Candás ni en Gijón". Y al respecto de la comercialización de sus capturas, el armador afirmó que la misma se realiza "en la rula de Luanco". González, dueño de una pescadería en Candás además de armador, desvinculó también este negocio de su actividad pesquera.