De ser una ciudad pionera en temas de consumo -aquí fue donde se abrió la primera Oficina Municipal de Información al Consumidor- Avilés ha pasado a formar parte de la "lista negra" de municipios de la UCE. El malestar que tiene la Unión de Consumidores con el gobierno local tiene varias motivaciones, según explica el presidente de la organización, Dacio Alonso.

"Las otras dos grandes ciudades asturianas, Gijón y Oviedo, tienen consejo local de Consumo; en Avilés ni lo hay ni se espera. Ahora que estamos en plana campaña de eliminación de cláusulas suelo, la UCE recibió el mandato del Pleno de Gijón para orientar a los ciudadanos en esta materia y con el Ayuntamiento de Oviedo hay un convenio de colaboración para realizar charlas informativas en centros sociales de todo el concejo; en Avilés, ni una cosa ni la otra. Un convenio con el Ayuntamiento de Gijón permite que técnicos de la UCE asesoren gratuitamente a los ciudadanos en materia de consumo; existía algo parecido con el Ayuntamiento avilesino, pero lo dejaron morir. Está clara cuál es la sensibilidad del equipo de gobierno de Avilés hacia los temas de consumo", expone Alonso.

A juicio del presidente de la UCE en Asturias, esta aparente hostilidad municipal para con la asociación y lo que representa "puede ser debida a que la UCE lideró en su día la batalla para acabar con el "minuto de oro" que cobraban, entre otros, los parkings municipales. Parece que no nos han perdonado que librásemos aquella batalla por más que la razón, como se demostró en los juzgados, estuviese de nuestra parte".

La UCE, más allá de su distanciamiento con el Ayuntamiento de Avilés, anuncia la presentación de una batería de mociones en los consistorios asturianos a los que solicita que se posicionen a favor de que los bancos quiten de motu propio las cláusulas suelo y el Principado sancione ejemplarmente a las entidades que pongan trabas a la eliminación de las mismas.