Los ex gestores del Niemeyer engañaron al Ayuntamiento y a los patronos de la Fundación. Este es uno de los mensajes que dejó ayer sobre la mesa el ex director general del Ayuntamiento de Avilés, José Manuel del Arco, quien aseguró que los patronos "no fueron informados de los hechos llamativos y extraordinarios que recogen las cuentas", y que "la deuda era superior a la reflejada en los informes financieros". Además, en lo que se refiere a las facturas manipuladas que pagó el Ayuntamiento con motivo de la apertura de la cúpula del Niemeyer, zanjó: "Lo sucedido con el Ayuntamiento fue un engaño más. El responsable fue Marc Martí, que entregó las facturas y las explicó. Eso lo he averiguado con posterioridad". También aseguró que no se había seguido el mínimo control de gestión por parte de los responsables de la Fundación. Y exculpó a los patronos: "A un gestor se le otorgan poderes, y si no hace las cosas bien existen unas consecuencias. Pero ningún patrono analiza libros, ve facturas ni negocia con los proveedores".

Del Arco relató que su primer contacto con la Fundación del Niemeyer fue en diciembre de 2011 a petición de Varela, para su asesoramiento. Y la investigación que realizó sobre la situación financiera del centro derivó en la denuncia que la consejera de cultura, Ana González, realizó ante el juez. Las conclusiones principales que destacó de su investigación son dos: "Un específico daño económico a la fundación, concretado en la revocación de subvenciones del Principado, y un desconocimiento absoluto de los patronos sobre la situación financiera de la Fundación".

A Rebollo, explicó, lo conoció el 6 de junio de 2011, fecha en que el abogado pasó a verle para comentarle "temas de logística" que no dependían de él. Y no volvió a verlo hasta diciembre. "Fue una relación cordial que no evitaba que tanto él como yo supiésemos que se sentía vigilado e investigado", contó. En enero y febrero de 2012, explicó, hubo reuniones preparatorias de un patronato previsto para febrero que finalmente no llegó a realizarse, reuniones en las que también estuvo Rebollo. Y el 5 de junio de 2012 Del Arco fue al despacho del abogado para preguntar por el volumen de facturación de su despacho. "Le dije que le iban a cesar, me dijo que no, que había trabajado solo y mucho y que aún tenía pendiente por facturar". La última vez que le vio, expuso, fue el 25 de julio de 2012, ya realizado el cambio en la secretaría de la Fundación, en que Rebollo respondió "con un huidizo no me acuerdo" a las preguntas sobre las facturas de viajes El Corte Inglés.

La siguiente etapa, según la narración de Del Arco, comenzó aquél 25 de julio de 2012, ya con Rebollo fuera de la Fundación del Niemeyer. El ex director del Ayuntamiento comenzó entonces a indagar en las facturas de Viajes El corte Inglés. "Pedí documentación y me dieron mucha más de la solicitada, haciendo especial hincapié en el documento que explicaba la contabilidad de la Fundación en el año 2010". Del Arco se centró también en trabajar sobre la petición de revocación de subvenciones del Principado. "Los ex gestores habían presentado una documentación insuficiente, faltaban aclaraciones sobre pagos".

Una vez realizado todo este trabajo de investigación, José Manuel del Arco ya tenía las conclusiones. A saber. "Las cuentas anuales de la Fundación no reflejaron la imagen fiel de la contabilidad entre 2007 y 2010, pese a la existencia de informes de auditoría sin salvedades los dos primeros años y con salvedades los dos años siguientes". También señaló que las cuentas anuales de 2007 nunca fueron aprobadas, según las actas, "aunque podría ser un error de redacción", y además las formuló Natalio Grueso, que no era el presidente y por tanto no le correspondía hacerlo. Además hizo ver que los gestores no explicaron las cuentas a los patronos, y las cuentas de 2009 y 2010 nunca fueron aprobadas por un sistema canónico, sino por escrito: "Serán los expertos jurídicos quienes determinen si es válido".