"Soy una persona de principios, para mi el fin no justifica los medios. No encuentro ninguna razón sobre la incorrecta o nula explicación para justificar subvenciones y por eso en noviembre de 2012 hice pública mi ruptura de confianza en el anterior equipo de gestores: porque las cuentas no reflejaban la situación de la Fundación y por no justificar adecuadamente 1,2 millones de euros de subvenciones, lo que supuso un daño económico para la Fundación". Esta es una de las afirmaciones que realizó ayer la Alcaldesa de Avilés y vicepresidenta de la Fundación del Niemeyer, Pilar Varela, durante su comparecencia ante la comisión de investigación en la Junta del Principado.

Con una confianza creciente, y durante más de dos horas, Varela insistió en su defensa del equipamiento y de lo que significó para Avilés, arremetió contra el Gobierno de Foro por su gestión del conflicto "con tanto dolor y tanta sangre" y también reprochó al anterior Gobierno socialista el no haber agilizado la cesión del centro a la Fundación: "Fue incomprensible", aseguró. Además aseguró que la comisión de investigación queda desacreditada por las acusaciones previas de su presidente, el popular Alfonso Román López.

La Alcaldesa inició su exposición recordando que nunca actuó como presidenta de la Fundación ni apoderada. Y apuntó: "Sinceramente creo que para el objeto de esta comisión ha sido desproporcionada la presidencia de funcionarios y cargos electos de la Corporación de Avilés", aseguró. A continuación pasó a describir su implicación en el proyecto, primero como portavoz socialista de un gobierno que tuvo que defender el equipamiento ante los ataques del PP desde el Ayuntamiento de Oviedo. Después, como patrona, a partir de 2007. "Desde entonces mi único objetivo ha sido el éxito del proyecto, que sea excelente, que dé a mi ciudad proyección internacional, y creo que se consiguió", aseguró respecto a aquellos momentos dulces en que el Niemeyer era portada en medios internacionales. "Habíamos creado una marca vinculada a la excelencia, y el verano turístico de 2011 fue espectacular para Avilés".

A continuación la Alcaldesa defendió la idoneidad de la cesión del centro a la Fundación. "Era la decisión lógica". Cuando vio que el consejo de Gobierno dejaba el asunto sin resolver, en junio de 2011, insistió primero al presidente saliente, Vicente Álvarez Areces, y luego al forista Francisco Álvarez Cascos, para pedir esa cesión. "Era incomprensible para quien les habla no culminar la cesión del centro"..

Fue entonces cuando inició sus contactos con el Gobierno de Foro, principalmente a través del entonces consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure. Se produjo el intento fallido de convocatoria del patronato por parte de Vallaure, y el proceso bélico posterior. "Quedamos en reunirnos y dos horas más tarde el Gobierno de Asturias distribuye una nota de prensa con las irregularidades detectadas por la Intervención general en la justificación de subvenciones regionales. Era un informe provisional interno que ni siquiera conocía la Fundación del Niemeyer". A partir de ahí la Corporación avilesina decidió en Pleno rechazar la actuación del Gobierno de Foro. "Pero los ataques siguieron. Se dijo de todo. Si yo quiero echar a un gerente no lo hago en los medios de comunicación, lo resuelvo de otra manera".

Las reuniones para "intentar mediar" se sucedieron. "El 12 de diciembre tuvimos el último intento. Elaboramos un posible orden del día para una reunión del patronato, una orden del día que me acompaña desde entonces. Ahí acordábamos dejar sin cambio las antiguas modificaciones estatutarias, ceder los edificios por un mínimo de 7 años, estado de cuentas, programación de 2012 y exigencia previa de auditoría", concretó Varela, exhibiendo el escrito aludido. Al día siguiente se rompe el acuerdo cuando Vallaure le dice que queda todo aplazado hasta que no se realice la auditoría.

Ese mismo día Varela reunió a su equipo técnico municipal para "valorar todos los aspectos de la participación del Ayuntamiento en la Fundación que había perdido su objeto". Conoce entonces "las cuentas, los importes de la deuda con los proveedores, las facturaciones al despacho de Rebollo y la no colaboración del equipo de gestión", que transmitiría después a la nueva consejera, la socialista Ana González. Con las auditoría del año 2011 ya rompe su confianza en los anteriores gestores. "La Fundación tenía un director, un secretario, unas personas que convocaban al patronato. Y yo tenía la confianza como patrona de la gestión del día a día. Además no había ninguna alerta, ni en las cuentas, ni en los informes de auditoría".

Por último, sobre las facturas irregulares pagadas con dinero municipal, aseguró que nadie del Ayuntamiento había colaborado en las irregularidades. "Pagamos facturas que iban a nombre del Ayuntamiento y se firmaron engañados".