Pipo Prendes (Candás, 1956) atiende la llamada telefónica de LA NUEVA ESPAÑA y anuncia: "Estoy en Heathrow, en el aeropuerto. Dentro de un rato vuelo a Bilbao. Estaba tomándome una cerveza. Voy a ver si como algo". El músico presentará su último disco -"Un paso más"- hoy sábado (20.30 horas) en el teatro Palacio Valdés, un concierto programado en el ciclo "Avilés, arte sonoro".
-¿Qué hace por Londres?
-Trabajar. Ha sido un buen día. Estoy muy contento. Los negocios están fuera de España. Ya sabe: me dedico a la logística y a la ingeniería. Por eso estoy aquí. por motivos laborales.
-Pero yo le llamaba para hablar de música.
-En Avilés he actuado en todos los sitios, pero el Palacio Valdés es el escenario ideal para presentar un disco tan sereno e importante para mí como es "Un paso más", un disco, le vuelvo a decir, apasionadamente sereno. Estoy nervioso, lo voy a confesar. En vez de mariposas, tengo avispas corroyéndome las tripas.
-Pues usted no es nuevo en la música.
-Me mosquearía que no tuviera nervios antes de un concierto como el del sábado. El día que me encuentre tranquilo, malo. Algo estaré haciendo mal.
-¿Es más difícil un concierto como el que ofrecerá el sábado o actuar como solista de la Escolonía de Candás?
-Son cosas distintas. Y, además, no sé medir el grado de nervios de una u otra actuación. La música la viví en mi casa desde chaval: mi hermano, mi madre. Mi padre era todo bondad, pero su falta de oído era generosa. Representé a todos los niños hispanohablantes en un festival en Roma. Delante de Pablo VI, fíjese. El Palacio Valdés es una caja de bombones. Voy a hacer un homenaje al escritor. Hace unos años ya lo hice: fue cuando "José". Con Paula Echevarría, Aitana Sánchez-Gijón, Silvia Marsó e Irene Visedo y con Nacho Carballo. Me gustáría que el homenaje fuera en el mismo Palacio Valdés.
-Es usted una persona muy querida en Asturias.
-Reconozco que me siento muy arropado. No soy mala gente... eso ayuda.
-¿Por qué no se decidió por la música para dedicarse profesionalmente?
-La música para mí es tan seria que no quiero que nada me impida disfrutar de ella como creo que debe ser. Acepto este o aquel bolo porque quiero hacerlo, no porque necesite hacerlo. Por eso me dedico a otras actividades. El primer disco lo publiqué en Madrid, pero me di cuenta muy pronto que era muy de esta tierra. Donde mejor me encuentro es en Asturias.
-El pasado jueves localizaron a uno de las víctimas del "Santa Ana" en Suances.
-¿En Suances? No lo sabía. El día del accidente tenía una reunión en Luanco. Para hacer tiempo, me acerqué a Peñas, a pasear. Y vi el lío montado. La mar es tremenda, no se la puede subestimar. Ni cuando se lleva las vidas, ni cuando destroza los puertos, como cuando las galernadas. La mar es como la humildad: abre todas las puertas, elimina las fronteras. El concierto de Avilés irá por ellos: por las víctimas del "Santa Ana", pero también por los damnificados de los temporales que se llevaron, en Candás, 17 embarcaciones. Para mi amigo Luis Laria, que el mar se llevó sus sueños y el aula del Mar de Luarca.
-Presenta "Un paso más", pero ¿qué tiene entre manos ahora?
-En el concierto voy a presentar una canción "Vivir". Dentro de unos meses presentaré un disco que cuenta con una canción dedicada a la Selección Española de Fútbol. El disco se publicará en Madrid y contendrá algunos de mis temas más clásicos.
-¿Una canción sobre la selección española?
-Eso es. "España, la selección".
