Un aplauso intenso, de sincero agradecimiento, por acercar el Santuario de Covadonga y su Escolanía a Avilés cerró ayer la misa que presidió el abad del Real Sitio -Juan José Tuñón Escalada- en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery. Minutos antes, la treintena de jóvenes escolanos que conforman la agrupación coral y el conjunto de fieles que llenó el templo de la plaza de La Merced interpretaron al unísono el Himno de Covadonga.

La celebración eucarística encuadrada en la Semana de Música Religiosa y en la que primó la música sobre la palabra, fue seguida con emoción y devoción por cuantos vecinos asistieron a la misma. Desde el canto de entrada -"Alabanzas a María", de Beobide- hasta el de despedida - dedicado a la patrona de Asturias y compuesto por Sagastizábal-, la concurrida misa dio muestras del cariño que los avilesinos sienten hacia la Santina, la Escolanía y Covadonga en su conjunto, como señaló durante la homilía el máximo representante religioso del Real Sitio. En las palabras que dirigió a los presentes, comentó que llegaban a la ciudad "con gratitud hacia la parroquia y a vosotros, así como hacia quienes velan y promueven esta Semana de Música Religiosa". Igualmente, el abad manifestó sentir satisfacción por poder compartir con la ciudadanía el Viernes de Dolores en el umbral de una Semana Santa "que Avilés vive con intensidad, recogimiento y silencio".

Precisamente, la Virgen de la Soledad, junto al guión de la cofradía a la que da nombre, ocupaban un lugar destacado en el altar, a escasa distancia de los jóvenes cantores y del órgano positivo, al frente del cual se encontraba Fernando Álvarez. De este músico es la composición "Lágrimas de vida", interpretada en el ofertorio y que intercala oraciones a la Virgen entre el solo del violín y el coro. Las plegarias fueron leídas con gran solemnidad por José María Martínez, director del ciclo musical. Igualmente emotivas fueron las "Invocaciones de Nuestra Señora", obra de Emiliano de la Huerta. Al igual que la composición anterior, ésta combina el rezo de tres Ave María -en esta ocasión, y bajo petición de Túñón Escalada, "por los necesitados, por la parroquia y por los pueblos que sufren y donde no hay paz"- con el canto de los escolanos.

Al finalizar la eucaristía, que fue concelebrada por José Antonio González Montoto, el abad de Covadonga se despidió con las mismas palabras que dirige a los fieles que acuden a misa al Santuario: "Que la Santina, la madre de Dios, os bendiga".

A continuación, el párroco de Santo Tomás, en una breve intervención, agradeció "la visita de Covadonga a Avilés" y destacó que con el encuentro celebrado en su parroquia "nos habéis traído el abrazo de la Madre". Asimismo, resaltó que la misa que acababa de concluir era "el momento más intenso de la Semana de Música Religiosa. Ojalá podamos contar aquí, en más ocasiones, con el Santuario de Covadonga", dijo. Los aplausos pusieron fin a la celebración religiosa.