El perito fiscal que colabora en la investigación del "caso Niemeyer" está llamado hoy a comparecer en el juzgado instructor. El trabajador de Hacienda deberá ratificar el informe que elaboró tras la denuncia que presentaron los actuales gestores del Niemeyer. Ese documento recoge en sus conclusiones que hubo irregularidades en la contabilidad del equipamiento avilesino en el periodo comprendido entre los años 2007 y 2011 y habla de "un entramado" del que se beneficiaban directamente Natalio Grueso y su exesposa, J. P., y que tuvo como "ejecutor material" y también beneficiario a J. M. V., exempleado de la agencia de viajes que trabajaba para el Niemeyer.

El perito recoge en sus conclusiones que el exsecretario de la Fundación, José Luis Rebollo, "era conocedor de las anomalías existentes" aunque "intentó encauzar mediante los contactos que su despacho mantuvo con Viajes El Corte Inglés y los ajustes contables y reconocimientos de deuda que se realizaron". Pero el inspector plantea que Rebollo, en su condición de secretario de la Fundación, no sólo no denunció los hechos ante los patronos, sino que junto al director de la entidad (Natalio Grueso), presentó para su aprobación cuentas que sabía que no reflejaban la verdadera naturaleza ni la situación económica de la entidad".

Hasta el momento están imputados de forma provisional en el procedimiento abierto a instancias de la actual presidenta de la Fundación del Centro Niemeyer (la consejera de Cultura Ana González), Grueso, J. P. y J. M. V. Fuentes jurídicas dieron por hecho el pasado marzo a este periódico que el número de imputados en este procedimiento se ampliará a la vista del informe de Hacienda.