El exministro de Asuntos Exteriores Marcelino Oreja Aguirre consideró que "en un momento tan confuso como el actual", con conflictos abiertos en el norte de África, Siria, Irak o en el pueblo kurdo, "mejorar en política exterior y seguridad común es imperativo". "La nueva Europa debe ser más fuerte en seguridad y defensa y los países que lo deseen pueden participar en este reto sin perjuicio de otras instituciones como la OTAN", rubricó. Oreja Aguirre ofreció la ponencia de clausura de los cursos de La Granda de 2014. Ante un nutrido grupo de personas, el actual presidente de la Real Academia de Ciencias Políticas y Morales analizó el futuro de Europa. Y tocó diferentes palos en poco más de una hora.

A su juicio, dijo, se debe impulsar una nueva política de migración. "La Unión Europea debe asegurar nuestras fronteras, las fronteras de España", destacó en alusión a la entrada de inmigrantes de forma irregular especialmente por el sur del país. Oreja Aguirre se presentó en La Granda como un "europeísta compulsivo" convencido de la importancia de Europa y, sobre todo, de la integración europea. Consideró, no obstante, que aunque hay países como Turquía que llevan años esperando para entrar en la UE, ahora no es el momento de pensar en la ampliación de la comunidad. "Es hora de que se hagan bien las cosas y una de las tareas más urgentes es, por ejemplo, lograr que funcione el mercado interior", sentenció el político madrileño, que en el chalé gozoniego consideró que los nacionalismos, en lo que tiene relación con la Unión Europea, deben ser "inclusivos en lugar de excluyentes".

Oreja Aguirre aconsejó, además, que los "grandes partidos políticos deben compartir el ideal internacional porque permitirá a España ser fuerte". "La unión política europea no significa la desaparición de los estados", concluyó este hombre que como colofón a su ponencia hizo alusión a la "enorme crisis de valores" existente.