El presidente de Asturias, Javier Fernández, reclamó ayer la intervención del propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que medie y trate de frenar los planes de la multinacional del aluminio Alcoa de cerrar sus plantas de Avilés y La Coruña, tras el fiasco de la subasta de interrumpibilidad para grandes consumidores que le ha acarreado un importante aumento de los costes energéticos. Fernández, con tono tajante, aseguró que "si hay voluntad, hay una oportunidad para corregir el error en la próxima subasta que tendrá lugar en unos días", y anunció que ya había solicitado, mediante una carta, una reunión urgente con Rajoy para tratar el tema.

Los mismos representantes de las centrales a los que Alcoa notificó el lunes el inicio de un procedimiento de despido colectivo mantuvieron ayer una reunión con Javier Fernández para expresarle sus inquietudes y su miedo sobre el futuro laboral que les aguarda. El jefe del Ejecutivo regional aseguró que el resultado de la subasta eléctrica era "previsible". De hecho, desveló que antes de que se celebrase ya había remitido una carta al ministro de Industria, José Manuel Soria, alertándole de que con el sistema impuesto "se corría el peligro de que alguna empresa quedase fuera del mercado". "Los experimentos, mejor con gaseosa", zanjó. Para, a continuación, defender la necesidad de un pacto nacional sobre energía, y un cambio radical en las facturas energéticas de las grandes empresas para evitar nuevos casos como el que se está dando con Alcoa.

Tal y como está diseñada la subasta eléctrica, sostuvo Fernández, lo que se crea entre las empresas es una enorme incertidumbre. "Ninguna compañía se planteará hacer una inversión que, probablemente tardará unos años en rentabilizar, si teme que al año siguiente no pueda ser competitiva por culpa del precio de la luz", sostuvo. Y añadió que en el caso concreto de Alcoa "no hay ninguna razón que justifique que su factura eléctrica se vaya a incrementar el año que viene en 20 euros por kilovatio, más en una empresa tan sensible a la cuestión energética".

Fernández también aseguró que se había puesto en contacto con el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, para, si fuera necesario, hacer un frente común para defender los más de 800 puestos de trabajo que están en juego en Avilés y La Coruña.