El apellido de Moreno Veloso (1972, Salvador de Bahía - Brasil) delata su origen; en efecto, es hijo de Caetano Veloso, uno de los grandes cantautores brasileños del siglo XX, además de poeta y activista social, aunque sería más justo decir que se trata de un discípulo aventajado -musicalmente hablando- del autor de la mítica canción "É proibido proibir" (1968), uno de los himnos del entonces incipiente tropicalismo. Moreno Veloso actúa mañana en el Club del Niemeyer con entradas a 12 euros; le acompañarán en el escenario músicos de probada solvencia como el guitarrista Pedro Sá o el percusionista Doménico Lancellotti. Atiende la llamada de este diario desde Madrid, donde toca esta noche.
-¿Hay nervios horas antes de la apertura de su gira por España?
-En absoluto, lo que siento es una tremenda felicidad de volver a tocar en este país que siempre me recibe calurosamente.
-Presenta su nuevo disco, "Coisa boa", ¿qué tiene de bueno?
-Son canciones muy sencillas, tranquilas y con mucha sonoridad, el resultado de mi reciente paternidad y de haber vuelto a vivir a Salvador de Bahía. Esas dos fueron las cosas más influyentes ne el proceso de composición.
-¿Le ha cambiado ser padre?
-¡Y tanto! Veo otras películas, oigo otras músicas... el mundo se ve muy diferente cuando tienes hijos. Es algo muy especial.
-Procede de un país con más de quince géneros musicales reconocidos mundialmente, ¿se siente a gusto entre semejante saturación sonora?
-Siendo eso cierto, en mi último disco no busco un estilo concreto; puede decirse que hay un toque de samba del interior, pero básicamente lo que hemos querido hacer son las canciones que nos gustan, sin ataduras a este o aquel género.
-¿Se siente identificado con el movimiento tropicalista que impulsó su padre, entre otros?
-Así es, sobre todo en lo que tiene que ver con la antropofagia musical; esto es, la absorción de la cultura musical mundial para deglutirla, interiorizarla y ponerle acento brasileño. Hay una generación posterior a los precursores del tropicalismo que mantiene viva la llama.
-¿Dónde estaría hoy Moreno Veloso de no haber triunfado en la música?
-Posiblemente seguiría trabajando en el laboratorio de física atómica donde trabajé tras acabar la carrera de Física.
-En el fondo, la música es matemática, ¿verdad?
-Ambos son lenguajes que permiten hablar del mundo y de la naturaleza, que es lo que a mí me atrae.
-¿Cree que su país está cumpliendo las expectativas económicas generadas con acontecimientos como el Mundial de Fútbol y los Juegos de Río 2016?
-Sí, lo creo, y eso que eran muchas. Lo que está por ver es qué pasará después de los Juegos Olímpicos; eso es lo que me preocupa.
-Brasil, samba y fútbol. ¿Le ofende el tópico?
-En absoluto, ambas cosas son pasiones muy potentes en mi país, ¿por qué renegar de ellas? Al contrario, para mí es un privilegio ser de un país alegre, donde la gente va a trabajar cantando.