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Los últimos de La Peral

La escuela rural, dependiente del CRA de Castrillón e Illas y que este curso tuvo cuatro alumnos, cierra: "Es un disgusto, es difícil recuperarla", afirma el director, Mino Suárez

María García, Aarón López, Mari Paz Cueto Álvarez, Alba López y Nuria Fernández. MARA VILLAMUZA

Carolina G. MENÉNDEZ

La escuela de La Peral cierra sus puertas. La falta de alumnos ha llevado a la consejería de Educación del Principado a clausurar este pequeño centro que cuenta con cuatro alumnos: dos cursan quinto de Primaria y otros dos sexto. El próximo septiembre, los dos mayores pasarán al instituto de La Magdalena para iniciar la Secundaria Obligatoria y la escuela rural se quedaría con sólo dos estudiantes ya que en el periodo de preinscripciones no se registró solicitud alguna para ingresar en dichas dependencias educativas. Para mantenerlas abiertas, la administración establece un mínimo de cuatro alumnos.

"Cerrar una unidad me apena, clausurar una escuela es un disgusto. Cuando se pierde una unidad se puede ganar más adelante; si lo que se cierra es la escuela, ésta es difícil de recuperar", señala Mino Suárez Soto, director del Colegio Rural Agrupado (CRA) Castrillón-Illas del que depende la escuela de La Peral.

El cierre de las instalaciones educativas de esta localidad "se veía venir", añade el docente, que califica la escuela de La Peral de "pionera" del CRA: "Es una escuela emblemática, de las de toda la vida", apunta Suárez Soto, desde hace 20 años ligado a la formación rural de los concejos de Castrillón e Illas.

Prescindir de este recurso tendrá consecuencias negativas sobre el pueblo. "Es un servicio fundamental, contribuye a fijar población, genera movimiento en el pueblo y da vida en todos los sentidos. Además, alrededor de ella surgen actividades y encuentros", manifiesta el docente para trasladarse mentalmente a los últimos años de la década de los noventa y a la apertura de la escuela de Callezuela en particular. "Aún tengo presentes las palabras de la entonces alcaldesa Margarita Fernández cuando me dijo que lo mejor que había hecho en su mandato era abrir la escuela. Y es que hoy Callezuela creció mucho, tiene vivienda nueva y un efecto llamada de Avilés y Piedras Blancas. Las familias que envían a sus hijos a esta escuela valoran otro tipo de centro", indica Mino Suárez.

A diferencia de los colegios, que poseen al menos una unidad por nivel educativo, las escuelas rurales cuentan con lo que se denomina multinivel; es decir, todos los alumnos, independientemente del curso en el que estén matriculados, ocupan una misma aula. Este modelo, lejos de presentar desventajas, reúne varias virtudes, resalta el director del CRA Castrillón-Illas. "El multinivel no supone ningún problema; todo los contrario, es enriquecedor para pequeños y grandes. Los niños son esponjas y las explicaciones dirigidas a los mayores calan también en los pequeños. Por su parte, lo que se enseña a los de menor edad sirve de repaso a los mayores", aclara el docente.

El cierre de La Peral no supondrá una merma de aulas en el conjunto del CRA Castrillón-Illas ya que el próximo curso Callezuela, que actualmente cuenta con una unidad de infantil y otra de Primaria, pasará a tener tres al aumentar una en Primaria. En contraposición con la situación de La Peral, comenta Mino Suárez, la matrícula para el mes de septiembre ha crecido en el resto de los centros que agrupa el citado colegio rural agrupado con sede en Vegarrozadas: Callezuela, Pillarno, Pontón, Naveces y San Miguel de Piloño. Un total de 25 familias solicitaron plaza para sus hijos durante el periodo de preinscripciones que finalizó a mediados del pasado mes de abril de tal forma que "el próximo curso tendremos 25 alumnos nuevos. Por su parte, se irán 16 ya que finalizan la Primaria.

A día de hoy, el Colegio Rural Agrupado tiene algo más de 120 alumnos distribuidos en once aulas de seis localidades; a partir de septiembre y con el cierre de La Peral serán cinco los centros pero el número de aulas se mantendrá al crearse una en Callezuela". El alumnado que conforma este CRA es muy variado, señala su director, con una media de entre 12 y 18 niños en los diferentes niveles, si bien cuarto de Primaria es el curso con menor número de estudiantes.

Desde el pasado mes de febrero, el colegio rural agrupado tiene transporte escolar. La consejería de Educación lo dotó de varias líneas que atienden las escuelas de Callezuela, Pillarno y Naveces. Unos 35 alumnos utilizan este servicio "que favorece a las familias y beneficia al CRA. La ocupación es muy alta", manifiesta Mino Suárez. Este recurso se verá ampliado a partir de septiembre para trasladar también a los dos niños de La Peral que ante el cierre de la escuela acudirán a la de Callezuela. Por su parte, Paz Cueto, profesora de este centro, pasará a otra escuela igualmente dentro del mismo CRA. La plantilla total de Castrillón-Illas alcanza los 22 docentes, de los cuales cinco son de Educación Infantil, siete imparten Primaria, tres son especialistas en Inglés, dos en Educación Física, uno de Música, uno de Religión, uno de Lengua Asturiana, uno de Pedagogía Terapéutica y uno de Audición y Lenguaje. El CRA cuenta también con servicio de orientación. Señalar que la escuela de Pillarno abre sus puertas a las ocho de la mañana y la de Callezuela dispone de comedor escolar.

A lo largo de este curso 2014/2015, el centro llevó a cabo varias obras de mejora, entre ellas la adecuación de un local en Naveces y pintura en El Pontón, San Miguel y Pillarno. Estos trabajos corrieron a cargo del Ayuntamiento de Castrillón. La empresa Asturiana de Zinc, por su parte, financió la reparación del patio de la escuela de San Miguel y la instalación de estores en la de Pillarno.

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