La alfombra floral desplegada a la entrada de la iglesia de San Nicolás de Bari compartió protagonismo con otra obra hecha con sal, material con el que se hacían los tradicionales tapetes callejeros hace unos años. Por ambas pasó la sagrada forma, que fue portada por el párroco del templo, Manuel Antonio Díaz González, en el momento más característico de la celebración anual del Corpus Christi. Antes, decenas de niños que este año hicieron la primera comunión en las parroquias de la ciudad abrieron la comitiva. El paso fue escoltado por agentes de la Guardia Civil.

Fieles miembros de la Cofradía de la Dolorosa fueron los encargados de la elaboración y colocación de los tapetes. Su jornada empezó a las seis de la mañana, momento en el que comenzaron a unir las piezas de un puzzle que posteriormente se convirtió en una alfombra de sal adornada con un crismón (símbolo de Cristo) teñido de rojo y el emblema de la cofradía, hecho con pasta. "Teníamos miedo porque ayer hizo mal día, la lluvia estropearía la sal, pero al final hemos tenido suerte", detalló Rafael Martín, hermano mayor de la orden religiosa avilesina.

Para plasmar el diseño se utilizaron tintes, lana para separar las distintas partes y plástico y papel como base. "Lo dejamos listo ayer, por lo que hoy solo tuvimos que juntar las partes y echar la sal encima", explicó Martín, que animó al resto de congregaciones religiosas avilesinas a elaborar sus propias alfombras: "Sería muy bonito llenar toda la calle la próxima vez".

La procesión del Corpus Christi fue también el estreno del nuevo director de la Banda de Música de Avilés, Daniel Santos Pérez, de 28 años, que sucede en el cargo al que fue su maestro, José María Lorenzo.