Inés MONTES
Salinas acogió ayer el XXI Encuentro de cofradías en el que participaron el Grupo de Marineros y Amigos de la Mar de San Vicente de la Barquera (Cantabria) y la anfitriona, la Cofradía Buena Mesa de la Mar. Por la mañana, los cofrades castrillonenses con su presidente Vicente Quintanilla al frente, recibieron a los cántabros a la entrada del Museo de Anclas Philippe Cousteau de La Peñona.
Tras la visita, la comitiva se trasladó a la iglesia del Carmen, donde se celebró una misa marinera en la que participó el coro de mujeres de San Vicente de la Barquera . Después, los cofrades animaron con sus canciones las calles de la localidad. Posteriormente se reunieron en una comida de hermandad en La Colonia. Los dos grupos celebran un encuentro anual que alterna sede en las dos localidades. Los cántabros visitaron por última vez Salinas en junio de 2013.
La jornada de ayer fue doblemente reivindicativa, según explicó Quintanilla: "Nos reunimos en el Museo de Anclas porque los cofrades de San Vicente de la Barquera apoyan la dinamización de este espacio, asunto que tantos quebraderos de cabeza nos ha dado en los últimos meses". Una de las críticas más habituales de esta fiesta es la exclusión de las féminas de las celebraciones principales. "El coro que cantó en misa está formado sólo por mujeres, que además también asistieron a la comida", defendió Quitanilla.
La Cofradía Buena Mesa de la Mar, promotora del Philippe Cousteau, y el Ayuntamiento de Castrillón llevan meses en disputas a causa del funcionamiento del patronato municipal del Museo de Anclas. El gobierno ha intentado disolver el patronato, encontrando el rechazo de los grupos que hasta ahora estaban en la oposición.
Así, Vicente Quintanilla aprovechó la ocasión para reclamar una vez más la puesta en marcha del patronato municipal del Museo de Anclas, recordando que la colección de La Peñona es una de las zonas más visitadas de Castrillón: "Por ello tendemos la mano al Ayuntamiento para buscar soluciones, y espero que a partir de ahora los políticos pongan más interés para darlas", señaló Quintanilla.
Representantes de los grupos de la oposición aseguran que se enteraron en el Pleno del 30 de abril de que la alcaldesa, Yasmina Triguero, había firmado una resolución por la que disolvió el patronato. PSOE, PP y Foro manifestaron su convencimiento de que la actuación del gobierno de IU fue "un tanto oscura".
Triguero asegura que el Ministerio de Hacienda lleva más de dos años reclamándole al Ayuntamiento las cuentas del patronato, pero el organismo alega que no tiene presupuesto. La entidad nunca se reunió desde su constitución en un Pleno a finales de enero de 2001. La primera tentativa de disolución fue en 2012, impulsada por la entonces alcaldesa, Ángela Vallina, que también presentó las reclamaciones del Ministerio con el objetivo de dar carpetazo al asunto. Sin embargo, la oposición también vetó esa disolución.
