Apenas podían dar crédito los veterinarios de la clínica Lindo Pulgoso de Piedras Blancas (Castrillón) cuando realizaron una radiografía a un perro que sufría graves molestas. En su interior, hasta treinta alfileres le causaban un daño terrible. Después de una delicada gastroscopia, los veterinarios lograron retirar cada una de las alfileres pero trataron de averiguar con el dueño del animal dónde pudo haber ingerido una cantidad tan grande de agujas.

Según la clínica, los cebos pueden encontrarse en zonas públicas y parques del barrio de Llaranes, donde el perro realiza su vida cotidiana. Se podría tratar de cebos de carne en los que se insertan agujas con el objetivo de causar terribles daños al animal. Por eso, advierten a los dueños de los perros de la zona que extremen las precauciones.

Afortunadamente, el perro ya está recuperándose después de la delicada operación para extraer las 30 agujas que se habían afianzado en su estómago.