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PABLO SÁNCHEZ LORDA | Exportavoz de Foro, abandona la política

"No me arrepiento de entrar en política, pero me voy con un sentimiento de gran tristeza"

"En 2013 ya tenía claro que no continuaría" "Podemos no deja de ser una ideología, en mi opinión trasnochada, al más puro estilo del comunismo"

Pablo Sánchez Lorda. MARA VILLAMUZA

Pablo Sánchez Lorda se sentó el miércoles por última vez en el salón municipal de plenos, como líder de la formación Foro. En los próximos cuatro años no estarán él ni su partido, que no consiguió representación. No fue un mandato fácil para Lorda ni dentro del Pleno ni fuera: desde 2013 dejó de estar liberado para volver a la vida académica y al trabajo que le apasiona, la docencia e investigación en la Universidad de Oviedo.

-Llegó nuevo en política: fue portavoz de Foro y presidente de la promotora local. Ahora se va. ¿Mereció la pena?

-Soy una persona muy positiva siempre, saco las cosas buenas de todo. Fue una experiencia, aprendí mucho sobre cómo se gestiona la administración pública desde dentro, qué se puede hacer y qué no. Me quedo con lo bueno.

-¿Y qué es lo bueno?

-El aprendizaje, muchas de las personas que conocí y compartí trabajo y sobre todo el momento inicial de campaña con el apoyo de la gente por estar luchando por un proyecto en el que queríamos. Fue un camino de rosas que nos permitió conseguir seis concejales: un momento con gran ilusión.

-Pero ahora Foro ha pasado de seis ediles a ninguno. El candidato forista, Juan Carlos Fernández, apuntó que los votantes no habían ratificado la gestión de los últimos cuatro años.

-Sería muy frívolo que yo tratase de interpretar el voto de los miles de avilesinos que acudieron a las urnas: hay un millón de explicaciones. Cada uno sabrá por qué. Pero la gente es muy inteligente y cuando vota sabe lo que vota. Hemos visto un cambio en la intención de voto que trasciende las barreras locales, regionales, nacionales... El voto de descontento que en 2011 capitalizó Foro pasa a partidos de nuevo cuño o de viejo cuño con nuevas caras: partidos como Podemos, que no deja de ser una ideología en mi humilde opinión trasnochada al más puro estilo del comunismo, o partidos que parecen nuevos, como Ciudadanos, pero que no nacen ahora. Ahora estas fuerzas se están arrogando el mérito de ir contra el sistema establecido y tratar de cambiar las cosas, capitalizando el descontento. Independientemente de lo ocurrido en cada concejo y grupo municipal el resultado fue más o menos similar.

-¿Salvo Carmen Moriyón?

-Sí, lo que digo es válido para aquellos sitios en los que no se gobernaba. La visibilidad que da el gobierno, y la capacidad de hacer cosas y poner en valor tu programa electoral, hacen que sea muy diferente. Carmen ha sido una gran alcaldesa.

-¿Le frustró estar en la oposición?

-La frustración es doble. En la oposición no puedes tomar muchas iniciativas, todo tiene que pasar por mociones. Tampoco el resto de partidos nos apoyó mínimamente para ejecutar nuestras ideas. El PP hacía oposición a la oposición, más que al gobierno.

-Usted desapareció la campaña electoral.

-Es importante que las personas que concurran a unas elecciones sean las que lleven la voz cantante. En aquellos actos en los que requerían mi presencia, estuve.

-¿Por qué no fue usted el candidato?

-Lo dejé en 2013. Dejé mi dedicación exclusiva y así es complicado hacer bien las cosas, pero mantuve mi responsabilidades por compromiso con la ciudad. Puse todos mis cargos a disposición del partido pero se me pidió que siguiera.

-¿Y por qué lo dejó, simplemente?

-No sé dar una explicación categórica. Asumí responsabilidades en un momento y luego retomé mi vida profesional, que siempre tuve claro que era de lo que iba a vivir. Entré en política para tratar de defender unos ideales. Lo hice como pude en el pleno municipal. Pero siempre dije que este proyecto para mí era de ida y vuelta. Mantuve la responsabilidad porque dejarlo a mitad de camino no tenía sentido. Pero ya en 2013 sabía que no iba a continuar. Además familiarmente sacrificas mucho. Entré en política con un crío de 2 años, salgo con uno de 6: perdí mucho.

-¿Se arrepiente entonces?

-No es que me arrepienta pero tengo un sentimiento de gran tristeza.

-La promotora de Foro en Avilés no fue una balsa de aceite. Hubo mucho descontento, críticas, gente que lo dejó...

-No me corresponde a mí explicar los motivos del descontento. Un partido político, como todas las organizaciones, está compuesto por personas por distintas sensibilidades. Cada uno es libre de manifestar sus opiniones y de que sean dispares. Pero en los partidos y en las organizaciones hay que canalizarlo en los órganos en los que se debe. Y respetar y acatar las decisiones. Que hubo problemas en Foro Avilés es indudable. Pero no creo que hayan sido los que justifiquen la debacle electoral.

-¿No influyó el paso atrás de Cascos?

-Todo influye, pero es muy pobre un análisis de ese estilo. Probablemente todo influyó en parte. Lo que hubo aquí fue la capitalización de un voto descontento, no las cuitas internas de un partido a nivel regional y local.

-¿El proyecto de Foro va cuesta abajo?

-Espero que no, francamente. Hoy por hoy, viendo o que hay, pienso que es la única alternativa real para sacar adelante a Asturias y Avilés. Ya vemos a dónde nos han llevado los de siempre, y los nuevos plantean unas incertidumbres brutales. Honestamente creo que las directrices, líneas y proyectos de Foro son los únicos que pueden dar resultados. El voto que hay ahora es bastante volátil y eso es sano, con lo que creo que puede volver a Foro. En nuestras manos está.

-¿Simpatiza con los futuros concejales de las fuerzas entrantes? Sentirá en ellos la misma ilusión que tenía usted hace cuatro años?

-Sí, eso sí.

-Hasta que se dio cuenta de que las cosas eran diferentes de cómo pensaba.

-No, vamos a ver. Dicen que la experiencia es un grado. Cuando inicias el proyecto la ilusión es arrolladora y la realidad te sitúa en tu puesto. Y te das cuenta de que lo que querías hacer es más difícil de lo que creías, o irrealizable, o no se puede hacer desde la oposición. Pero esa ilusión no hay que perderla. Las decisiones políticas las toman personas, y muchas veces es más problema de voluntad que de posibilidad. Que no se haya soterrado la vía en Avilés no es porque no se pueda: es de que no se quiere. Si las administraciones se ponen de acuerdo, cosas más complejas se hicieron. El Canal de la Mancha es buen ejemplo.

-¿Seguirá mirando por el rabillo del ojo lo que pase en el Ayuntamiento?

-Como he hecho siempre. Soy un gran enamorado de Avilés. Y me preocupa mucho lo que pueda ocurrir en mi ciudad, región o país.

-Dé un consejo a los nuevos.

-No soy amigo de dar consejos. Hasta que no afronten la situación? Es igual que cuando hablas con personas que no tienen hijos, de cómo te cambia la vida cuando los tienes. Hasta que no afrontas una responsabilidad política no te percibes lo que es, y cada uno tiene su estrategia de afrontarlo. Lo único que les digo es que mantengan su ilusión y que traten, eso sí, siempre de respetar y hacerse respetar, de tener un debate constructivo, pero no destructivo.

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