Los sindicatos mayoritarios Comisiones Obreras (CC OO) y Unión General de Trabajadores (UGT) inician esta mañana su batalla para que el Gobierno de España cambie la estructura de la subasta de interrumpibilidad eléctrica (lo que cobran las empresas grandes consumidoras por desengancharse de la red). La primera reunión que celebrarán los representantes sindicales de las distintas federaciones de industria será con el grupo parlamenterario de Izquierda Unida (IU). La pretensión es conformar un grupo de presión para que el Ministerio de Industria, que dirige José Manuel Soria, renuncie a un modelo energético que dejó temblando este pasado mes de diciembre a la planta avilesina de Alcoa y también dejó con un pie en la lista del paro a más de tres centenares de trabajadores de la aluminera.

Lo que las dos centrales defienden es un modelo de subasta con una amplitud temporal más amplia que la que defiende el Ministro Soria, es decir, quieren que pase de uno a tres años y este deseo se sustenta en la necesidad de que la compañía pueda planificar su futuro con cierta soltura. Asimismo, reclaman que se subasten bloques intermedios entre los de 90 y 5 megavatios hora. El Gobierno, sin embargo, no está por la labor: ha prometido que de forma inmediata se convoque una nueva subasta, idéntica a las de 2014.