El cine de estreno se acabó en Avilés en septiembre de 2013. Entonces fue cuando cerraron los cines Marta por tres causas primeras: la inexistencia de una ley antipiratería adecuada, la subida del IVA a un 21 por ciento y la incapacidad de la empresa exhibidora para adaptarse al presente, es decir, para cambiar los proyectores de 35 mm por los digitales. Así fue que "El llanero solitario" se dirigió hacia el horizonte por última vez en Avilés y los cinéfilos empezaron a conformarse con el cine del Niemeyer, de la Casa de Cultura o de Parque Astur. Pero esta situación se puede revertir. Gonzalo Fernández Naves defiende esta mañana en la Universidad de Barcelona un trabajo de fin del máster de Gestión Cultural titulado "La recuperación de los cine Marta en Avilés, en Asturias" y, en síntesis, propone un acuerdo a dos manos: la compra del palacio de Llano Ponte por el Ayuntamiento de Avilés y su gestión posterior por una asociación sin ánimo de lucro.

Fernández Naves propone que se sigan dos pasos: la compra del palacio de los Llano Ponte por parte de la administración local y la convocatoria de un concurso público para gestionar el cine. "Hay dos ejemplos en Barcelona que siguen este modelo", señaló Fernández Naves. "La compra del edificio tendría dos motivos: la recuperación de un elemento singular en el casco histórico y, asimismo, la recuperación de un centro de exhibición cultural. Es mucho mejor que sea un cine a que sea un supermercado. Recientemente, el Principado anunció que iba a catalogar el palacio que acogió los cines hasta hace dos años", apuntó Gonzalo Fernández Naves.

El edificio del cine Marta está a la venta desde el cierre de las salas. "El precio de venta al público, según he podido averiguar, supera el medio millón de euros. Defiendo que el Ayuntamiento adquiera el edificio y lo restaure y deje a la asociación sin ánimo de lucro que gane el concurso la responsabilidad de hacerse con el proyector digital cuya instalación cuesta más de 40.000 euros. La propuesta es que haya cine únicamente en una de las cuatro salas de los cines. La asociación recopilaría el presupuesto por medio de las cuotas de sus socios. La idea es factible con una tarifa de 30 euros anuales por socio. La otra fuente de financiación estaría en la venta de entradas. Propongo dos precios: 6 y 4 euros. Los socios de la asociación se beneficiarían de descuentos", asegura Fernández Naves. "Los beneficios, si los hubiera, revertirían en el cine. Con el proyector digital se abarata hasta diez veces el precio de las películas. Los días de proyección serían los viernes, sábados y domingos, dejando los lunes para el día del espectador", aseguró Fernández Naves. "Hice una encuesta a más de 200 personas y me dijeron que iban al cine dos veces por semana, pero lo que defiendo cambiaría la forma de ver cine y las películas continuarían".