La diputada nacional del PP Carmen Maniega pidió ayer tranquilidad ante los mensajes de inquietud por cómo y cuándo se celebrará la subasta eléctrica, en la que se reparten las compensaciones del gobierno por el coste energético para las grandes industrias. "El Ministro no se ha pronunciado hasta ahora dando una fecha y estamos perfectamente en plazo, por lo que no se ha incumplido ningún compromiso", aseveró Maniega.

La diputada popular discrepa del análisis realizado por los sindicatos, según el cual la política energética del gobierno central está dificultando la recuperación de las empresas. El comité comarcal de UGT afirmó el pasado martes que esa política energética "pone en riesgo no sólo la recuperación de actividades y producciones de nuestro tejido industrial sino también, y sobre todo, miles de puestos de trabajo que dependen del suministro eléctrico, de su precio, y de un mercado de la energía cada vez más caro y complejo".

Maniega contrapuso ese análisis del sindicato con la información adelantada ayer por LA NUEVA ESPAÑA acerca de una segunda ampliación de la acería que sopesa realizar Arcelor para permitir la fabricación de piezas para el sector eólico marino. "Con el mismo sistema de subasta eléctrico a algunas empresas les va bien, como es el caso de Arcelor. Hay que celebrar la noticia de LA NUEVA ESPAÑA, que la multinacional piense en seguir haciendo inversiones que puedan ir generando empleo", destacó la diputada del PP. "No hay motivos por los que hacer saltar las alarmas en la ciudad, así que sindicatos y otras instituciones deberían estar tranquilos", señaló.

Maniega añadió que el discurso de aceptar rebajas de costes tiene el riesgo de conllevar un descenso de salarios, y que otra alternativa de reivindicación es reclamar inversiones a las grandes multinacionales. La diputada del PP resaltó las acciones del gobierno de Rajoy que, aseguró, son un apoyo a las empresas, como la rebaja del precio de las parcelas del parque empresarial de la ría "que en algunos casos ha sido hasta del 40 por ciento". "Los mensajes de preocupación están reñidos con la prosperidad y la economía: mejor es arrimar el hombro entre todos", proclamó.