Los faros ya no son lo que eran. La tecnología ha avanzado hasta el punto de dejar en ridículo las enormes linternas que alumbraban a los navegantes en mitad de la noche. La prueba puede verse en los trabajos para restaurar la enorme linterna del faro de Peñas, que lleva en funcionamiento desde la década de los años veinte del pasado siglo y que es la más grande que se ha colocado nunca en un faro de España. Mientras los técnicos proceden a la restauración, una lámpara que casi parece de bolsillo indica a los barcos la presencia de acantilados con una potencia similar.

La lámpara original del faro de Peñas se presentó al público durante la Exposición Universal de Barcelona, en 1929. El motivo de su exhibición fue su gran peculiaridad: es la más grande que se ha colocado nunca en un faro de España. "Normalmente los fabricantes realizaban linternas de 3,80 metros de diámetro; sin embargo, esta mide 4,20", explicó José Luis García, farero de Peñas.

Debido a sus características, la gran linterna tendrá que ser reformada con delicadeza. "Ahora mismo se está colocando un armazón de madera y hierro para proteger el conjunto", explicó García. El proceso a seguir, tras la protección con espuma de polietileno, será bajar la cúpula con ayuda de una grúa y desmontar el conjunto, ya que está engarzado como un mecano.

Las tareas de desmontaje también se realizarán con cuidado para conservar el mayor número de elementos originales posible. Los responsables de la restauración pretenden que la nueva linterna mantenga la esencia de la original, ya que representa un patrimonio cultural único. "En principio pretendemos conservar la cúpula, la linterna y el acristalado exterior", detalló García, que no descarta que alguna pieza sufra daños dada su fragilidad.

La previsión es que el próximo lunes hayan concluido las tareas de protección, por lo que la grúa procederá a desmontar las piezas engarzadas que cubren la linterna. Después, será trasladada a Valencia, donde una empresa especializada se encargará de ponerla a punto. "La empresa restaurará el mayor número de piezas originales que pueda y fabricará las que necesiten ser sustituidas por el desgaste del tiempo", explicó García. La fabricación de la piezas nuevas también será delicada dado que deberán realizarse a medida.

"Esperamos que en dos meses la linterna original vuelva a su lugar", expresó García. Mientras tanto, la lámpara original está siendo sustituida por un "farillo", con un alcance ligeramente inferior al del original: 20 millas náuticas. El reducido tamaño de la nueva linterna es un ejemplo más de cómo la tecnología ha ido evolucionando. "Antes se necesitaba que fuera tan grande porque éste era un faro de primer orden, de los más importantes de Asturias", explicó García. "Como se quemaba petróleo para hacerlo funcionar, tenía poca intensidad, así que si querían que la luz llegara tenían que o bien construir una torre muy alta o bien aumentar la distancia focal", asegura uno de los últimos fareros de Asturias.