Una costera de turistas repercutiría en ingresos económicos complementarios para las organizaciones de pescadores profesionales. Así lo cree el director general de Pesca, Alberto Vizcaíno, que ha lanzado un capote a los armadores asturianos dispuestos a utilizar sus barcos con fines turísticos siempre y cuando, eso sí, muestren su interés en el proyecto. La flota ya mostró su disposición a llenar las bodegas con turistas, pero hasta ahora chocaba de frente con la Administración, que les exigía cumplir ciertos trámites burocráticos que encarecían los viajes.
"Las exigencias del Ministerio de Fomento se han dulcificado y nosotros estamos dispuestos a dar ayudas de todo tipo, incluso económicas, a los interesados", precisó Alberto Vizcaíno. Destacó que la pesca-turismo se podría beneficiar del Fondo de apoyo a la diversificación del sector pesquero y acuícola. El director general de Pesca aseguró que en el marco del proyecto Sagital (Servicios de adaptación para la gestión de iniciativas turístico-pesqueras en áreas litorales) ya propuso la posibilidad de que los armadores asturianos interesados pudieran sacar a turistas a ver cómo pescan otros profesionales en alta mar.
El paseo por el litoral asturiano, agregó Vizcaíno, se complementaria con visitas a la lonja y menús a base de pescado recién capturado. "La flota asturiana cumple los requisitos de seguridad y si algún barco precisa algún retoque nosotros ayudaríamos a financiarlo. Si hay demanda nosotros haríamos los cambios necesarios mediante una resolución, un trámite que se hace de hoy para mañana", recalcó el director general de Pesca, que aún así se mostró cauto: "Soy optimista pero tengo los pies en el suelo. En Asturias podría hacer 140 días al año de pesca-turismo y no 365 como, por ejemplo, en las rías gallegas. Es por esto que esta iniciativa sería un complemento, no una alternativa".
El proyecto Sagital -en el que participó activamente el Gobierno regional a través de la consejería de Medio Rural y Pesca- busca una diversificación laboral en el sector pesquero que tenga como consecuencia el desarrollo de nuevas actividades que conlleven ingresos económicos complementarios para las organizaciones de pescadores profesionales. El turismo pesquero bien gestionado, consideran los firmantes del estudio, puede permitir también una mejor conservación de los caladeros y atraer un turismo sin efectos negativos sobre el medio ambiente.
En cualquier caso las actividades que defienden consisten en salidas al mar de turistas a bordo de buques con la finalidad de participar como espectadores en una jornada cotidiana de pesca. Esta actividad deberá estar sujeta en todo caso a las condiciones legales y reglamentarias pertinentes. Englobaría además el sector hotelero y hostelero. "Por el momento no hay suficiente demanda en Asturias para realizar este tipo de servicios turísticos pero en el momento que tengamos armadores interesados les ayudaremos, nos da igual que sea para hacer recorridos por el cañón de Avilés que por el litoral", concluyó Alberto Vizcaíno.
Con el cañón de Avilés a punto de ser declarado área marina protegida ya hay empresas turísticas interesadas en ofrecer recorridos guiados por la gran sima abisal. El precio de estos viajes -de unas seis horas de duración- ronda los 150 euros por persona. Y es que la falta de barcos disponibles para realizar este tipo de trayectos encarece el servicio, según apuntaron los agentes turísticos.
