La Fiscalía abre la puerta a investigar si se cometieron irregularidades en la contratación del mobiliario del Centro Niemeyer, inaugurado de forma oficial en marzo de 2011. El exsecretario del complejo de la ría, José Luis Rebollo, presentó el pasado 4 de junio al juez que instruye el "caso Niemeyer" un escrito en el que asegura que la contratación del contenido y mobiliario del complejo de la ría se hizo con contratos fraccionados. El magistrado, el titular del juzgado de instrucción número 2 de Avilés, respondió hace unos días que "se trata de hechos ajenos a la presente causa", si bien pidió al ministerio fiscal su pronunciamiento al respecto; es decir, que le comunique si "los hechos que se mencionan deben ser o no objeto de investigación en la presente causa o si deben ser objeto, en su caso, de una investigación independiente". Según fuentes próximas al caso, la Fiscalía también considera que esta denuncia de Rebollo no tiene nada que ver con el objeto inicial de la denuncia, si bien deja abierta la puerta a que se abra una pieza aparte, como ocurrió en su día con la investigación sobre la inauguración de la cúpula del complejo.
José Luis Rebollo, uno de los investigados en el "caso Niemeyer", recogía en su escrito la localización de 43 contratos adjudicados sin concurrencia ni publicidad por un importe total de 1.045.000 euros en distintas modalidades que permiten otorgarlos de forma directa a un proveedor. Según el exsecretario del Centro Niemeyer, de ese importe más de la mitad fue adjudicada a solo cuatro empresas, una de ellas Almacenes Pumarín.
El abogado ovetense también denunció que 776 butacas del auditorio las compró directamente el Principado (entonces bajo la presidencia de Vicente Álvarez Areces) "a través de procedimiento sin publicidad" y otras 185 las adquirió la Fundación. Rebollo hizo referencia en varias ocasiones a estas presuntas irregularidades, si bien las detalló de forma más minuciosa en un escrito en el que también cuestionaba los correos electrónicos que la Fundación del Niemeyer aportó como prueba del caos contable que existía y que, a juicio de los actuales gestores, evidencian que el equipo de Natalio Grueso y de Rebollo conocían las presuntas irregularidades.
Las fuentes consultadas sostienen que es muy probable que el juez, en base a la postura de la Fiscalía, inicie los trámites para que la denuncia referente al mobiliario del Niemeyer se investigue en otro juzgado de Avilés (al que le toque en el reparto de asuntos). Las mismas fuentes apuntan a que también podría acabar en el Juzgado de Instrucción número 2 de Avilés, en caso de que ante un posible recurso de alguna de las partes ante la Audiencia Provincial ésta considere que debe ser el juez del "caso Niemeyer" el que instruya también esta pieza.
