El nuevo estacionamiento público y gratuito del Gayo es un alivio para los usuarios de la playa, que evitan así dar vueltas en busca de una plaza libre donde aparcar en Luanco. "Era muy necesario", afirma el madrileño Alfredo Noguerales, que lleva diez años veraneando en Luanco. Sin embargo, los propietarios de embarcaciones deportivas y miembros del Club Marítimo no lo ven así. Es más, critican que los usuarios de este parking abierto el lunes "se cuelan" en su zona de aparcamiento.

También cuestionan que la entrada del nuevo estacionamiento debería ser por la Ramblona y no por la entrada general al puerto. "No hay derecho a esto, pagamos 3.000 euros por tener amarrado el barco y 70 más por aparcar, el Alcalde prefirió crear un puesto de trabajo -refiriéndose a los dos vigilantes del parking-, que no lo veo mal, para perjudicar a 300 personas -propietarios de lanchas deportivas-", señaló Paco García, "Capitán", mientras descargaba unas garrafas de su coche para trasladarlas a su embarcación. "A mí este parking me parece fatal, lo único que consigue es que se masifique la playa y, además, no se paga", añadió este miembro del Club Marítimo de Luanco, que cargó contra el alcalde, Jorge Suárez, por "no hablar con el presidente" de su entidad a la hora de decidir abrir al público el aparcamiento en la explanada del Gayo y "preferir dirigirse al Principado pese a que la gestión del puerto" la lleva a cabo el Club Marítimo.

A pocos metros de donde Paco García descargaba sus garrafas, los usuarios de la playa celebraban la apertura de este estacionamiento gratuito con capacidad para unos 250 coches. Este espacio cuenta con seguridad desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche. Los dos vigilantes -uno trabaja de mañana y otro de tardes- indican a los coches las plazas libres e intentan evitar que se cuelen en la zona reservada al Club Marítimo.

Varios bañistas, satisfechos con la apertura del nuevo aparcamiento, no dudaron en reclamar mejoras como un acceso peatonal que comunique el parking con la Ramblona. Otros, como el langreano Ángel Fernández, opinaron que vale más dar una vuelta caminando para acceder a la playa que buscar aparcamiento en Luanco.

"Hace falta más orden y que el nuevo aparcamiento no afecte a la gente de aquí", afirmó un miembro del Club Marítimo que prefirió quedar en el anonimato. "Esto es un problema político", añadió. Un compañero suyo que tampoco quiso dar su identidad alertó de que los mayores problemas llegarán durante el fin de semana. Y añadió que el nuevo estacionamiento, al no estar asfaltado, genera polvareda. "Supongo que la basura se recogerá, aunque estoy seguro de que habrá bolsas de plástico flotando en el puerto", añadió.

Los usuarios del arenal luanquín, cargados con bolsas de playa, sillas y demás enseres aplaudieron la puesta en servicio del estacionamiento. "Incluso si hubiera que pagar un poco, no nos importaría", afirmó la leonesa Nuria Celadilla.