"Fue una mujer muy querida, y de una gran talla espiritual". Así recordó ayer José María Cantera, párroco de Manzaneda y Cardo, a Benigna Fernández Siergo, vecina de La Ren fallecida el martes a los 102 años. La difunta era conocida en Cardo por haber sido la modista de la zona. "Enseñó a muchas jóvenes de aquí y de las parroquias limítrofes a coser en su taller", explicó Cantera, que también evocó las historias que Benigna Fernández contaba, manteniendo así la tradición oral que se va perdiendo en los pueblos.

"Lo más emotivo es que ella siempre se encargó de cuidar de la capilla de la iglesia y, justo esta semana que la vamos a reabrir, nos deja", explicó el párroco, que lamentó no estar presente en la parroquia estos días por motivos laborales. "El sábado, durante la misa por las fiestas de la Asunción, le haremos un homenaje. Yo siento un agradecimiento enorme hacia ella, fue un regalo para la parroquia", concluyó Cantera.